Siempre hemos pensado de la ansiedad como una afectación emocional que agrede nuestra mente y nos ubica en una posición de alta vulnerabilidad, incertidumbre y, en casos extremos, desesperación. Pero también la sentimos en el cuerpo.
Publicidad
En este proceso algunas funciones no vitales se suspenden y otras se potencializan, la naturaleza nos diseñó así.
Siempre hemos pensado de la ansiedad como una afectación emocional que agrede nuestra mente y nos ubica en una posición de alta vulnerabilidad, incertidumbre y, en casos extremos, desesperación. Pero también la sentimos en el cuerpo.
Publicidad
¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?
Publicidad