Queridos lectores, con mucho cariño aquí tienen para escoger su receta. La verdad es que resultó un dos por uno, porque al licuar el choclo y luego cernir la preparación, sale perfecto el budín, y lo que queda del choclo lo fríen para hacer las torrejas. De más está decirles que resultaron una delicia y se acabaron todo en mi casa. El budín quedó muy delicado, es una receta antigua a la que añadí esa coronita de maíz dulce que le dio un toque precioso. Estoy segura de que ambas recetas les van a encantar.