Un nuevo estudio encontró que las crías nacidas de ratones que se hacían ejercicio durante el embarazo tenían menos probabilidades de aumentar de peso después de consumir una dieta alta en grasas más adelante en la vida. Aunque estudios anteriores han demostrado que el ejercicio de las hembras obesas beneficia a su descendencia, esta investigación demuestra que sucede lo mismo cuando las hembras no obesas hacen ejercicio.