Una biblioteca no es una bodega de libros. Tampoco es un lugar silencioso y muerto. Es un espacio vivo y dinámico donde adultos bien informados están dispuestos a incentivar la educación de los niños y niñas. Ese es un concepto lanzado por Rut Román, quiteña que junto con su esposo, Esteban Ponce, lideran la fundación y biblioteca A Mano Manaba, que funciona desde hace tres años en el norte de Manabí. Ambos tienen títulos de Ph. D. en literatura.