Es un plato con el que crecimos y frecuentemente se sirve en nuestras mesas, con ciertas variaciones en la receta, pero al final con los mismos ingredientes, carne apanada con puré de papas y arroz. Sencillo de preparar, con la cantidad de proteína y carbohidratos para alimentarnos, fue siempre una buena salida de nuestras madres cuando querían que nos comiéramos todo.