El papa Francisco reconoció este sábado que la Iglesia "está herida por su pecado" en un mensaje a la comunidad religiosa reunida en Panamá, antes de una crucial cita de obispos convocada por Francisco para tratar los escándalos de pederastia y su encubrimiento.

En el penúltimo de sus cinco días de visita con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el jefe del Vaticano ofició una misa en la que alertó sobre un "cansancio de la esperanza".

Ese cansancio "nace al constatar una Iglesia herida por su pecado y que tantas veces no ha sabido escuchar tantos gritos", proclamó el pontífice argentino de 82 años al oficiar una misa en la iglesia colonial Santa María La Antigua, ubicada en el emblemático Casco Viejo de Ciudad de Panamá.

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Francisco hizo el llamado de atención cuando el Vaticano se prepara para recibir del 21 y al 24 de febrero una reunión de obispos que tratará el espinoso tema de los abusos sexuales, que ha erosionado la credibilidad de la milenaria institución.

El papa espera salir de ese encuentro con "medidas concretas" para combatir "esta terrible plaga", manifestó en la víspera el director de prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti.

"Será una ocasión sin precedentes para enfrentar (...) el problema y encontrar realmente medidas concretas para que cuando los obispos regresen de Roma a sus diócesis, puedan enfrentar esta plaga, esta terrible plaga", subrayó el portavoz. (I)