Mantequilla, aceite, crema de leche y parmesano rallado: la salsa Alfredo que acompaña a la pasta en muchos restaurantes del mundo es por sí sola una diablura calórica que debería consumirse ocasionalmente.
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Mantequilla, aceite, crema de leche y parmesano rallado: la salsa Alfredo que acompaña a la pasta en muchos restaurantes del mundo es por sí sola una diablura calórica que debería consumirse ocasionalmente.
Mantequilla, aceite, crema de leche y parmesano rallado: la salsa Alfredo que acompaña a la pasta en muchos restaurantes del mundo es por sí sola una diablura calórica que debería consumirse ocasionalmente.
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Ante el boom de ir a explorar al Támesis, “en el Puerto de Londres han frenado el acceso al lecho del río poniendo cupo de 4.000 permisos activos al año”.
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