Durante la mañana de este 13 de agosto la rutina de pacientes esperando por ser atendidos se mantenía en los tres hospitales del Ministerio de Salud Pública (MSP), para los que un día antes se anunció su intervención por parte de personal naval en puestos administrativos clave.
Se trata del hospital Universitario, el de Monte Sinaí y el General Guasmo Sur, todos ubicados en zonas populares de Guayaquil.
Publicidad
Por ahora, estos tres hospitales se mantienen bajo un proceso de transición administrativo.
La reacción general de los usuarios, personal de salud y guardias consultados afuera de cada uno de estos establecimientos fue la misma: desconocimiento y no haberse percatado de si ingresaron militares o no para tomar puestos clave en la administración.
Publicidad
El lunes pasado, Jimmy Martin, ministro del ramo, informó que se dispondrá de tres nuevos gerentes navales -uno por hospital-, cada uno va a estar acompañado de un equipo de diez miembros de la institución. Su función será garantizar el trabajo articulado en áreas clave.
“El Ministerio de Salud y la Armada del Ecuador trabajarán juntos para que tres de nuestros hospitales sean administrados por gerentes navales, con la disciplina, transparencia y eficiencia que caracterizan a nuestras Fuerzas Armadas”, expuso Martin.
Sobre qué áreas clave serán las que pasen a ser ocupadas por personal de la fuerza naval, aún se desconoce. El MSP aseguró que en las próximas horas lo harán oficial mediante información compartida entre entidades públicas y luego con un comunicado.
Este miércoles, en el hospital Monte Sinaí hubo un vigilante de la puerta, quien mencionó haber visto a un grupo de militares en una camioneta.
“Vienen, hacen base un rato aquí y se van; se quedan una hora y se van”, dijo esta persona.
A este sanatorio suelen acudir usuarios derivados de distintas zonas y además privados de la libertad que llegan por diferentes dolencias e incluso incidentes en las cárceles de Guayaquil.
En la mañana se mantenía el panorama de espacios con deterioro en fachadas y cerramientos externos: óxido, pintura deslavada, polvo acumulado en veredas, y amontonamiento de personas en la zona de emergencia y, por ratos, también en la parte de consulta externa.
También se replicaron quejas entre ciudadanos por varios insumos para procedimientos y fármacos que les pidieron adquirir en los exteriores.
Hasta el hospital del Guasmo Sur acudió Kelly a dejar una vianda de alimentos a un familiar hospitalizado. Esta era la primera vez que se tenía que acercar a este lugar, pero sí sabía sobre la nueva disposición administrativa para estos hospitales.
“No sabría si los militares lleven más un orden, si exista realmente ese orden”, dijo Solís sobre la esperanza depositada en que haya un nuevo manejo gerencial en estas casas de salud.
La expectativa está ahí y como expresó Kelly: “Vamos a ver cómo se lleva el control aquí”.
Esa postura también la mantuvieron las madres de familia que siguen saliendo del Universitario de Guayaquil tras los controles con sus bebés en pediatría.
Arelys llevó a Miguel Ángel a una cita rutinaria. El pequeño tiene dos meses y lo que pudo observar en las instalaciones del Universitario es que “no hay militares, todo está más calmado, callado, hasta menos gente hay”.
De lo que ella recorrió, pudo notar que la única parte con afluencia de personas es la sala de espera, sobre todo madres.
En esta casa de salud se mantiene inquietud en usuarios tras la muerte de doce recién nacidos en el hospital Universitario de Guayaquil.
El fin de semana pasado, por este incidente, el ministro de Salud le pidió la renuncia al gerente.
Este hospital, junto con el Guasmo Sur y Monte Sinaí, se encuentran en etapa de transición administrativa.
Ante la incertidumbre de qué es lo que viene ahora, Elena preguntó: “¿Será que cambia esto?“.
Esta mujer de 36 años, por medio de las rejas del área de Emergencias del Guasmo Sur, trataba de alentar a su hermana para que no decayera. Esta usuaria se mantiene afuera de emergencias, en un patio interior.
Desde el sábado 9 de agosto, Elena se encuentra en permanente recorrido con su familia, en hospitales y subcentros de salud, buscando atención médica para Gladys, su hermana.
El cuadro que tiene, según describió Elena, es de cálculos en la vesícula, un riñón más pequeño que otro e infección en las vías urinarias.
“Que como no hay camilla, no la atienden”, contó Elena sobre la delicada situación de su hermana, a quien le inyectaron esa mañana para que al menos pueda caminar sin dificultad y mantenerse en pie sin el dolor agudo. (I)