‘Sarmiento es pueblo’ es una especie de firma de autor colocada en muros pintados con propaganda política que los ciudadanos ven de forma recurrente desde hace varios años. ¿Quién es este personaje? ¿A qué se dedica? ¿Y por qué ha mutado su apoyo desde el roldosismo en 1996, pasando por los gobiernos de Alianza PAIS con Rafael Correa y su sucesor Lenín Moreno, hasta la actual simpatía por el Partido Social Cristiano? ¿Qué busca?

Segundo Salvador Sarmiento Delgado (57 años) accede por primera vez a hablar con este medio después de que hace dos años canceló una entrevista. Ha elegido como punto de encuentro el único edificio que hay en Monte Sinaí, que fue incautado hace muchos años por el Estado, pero que ahora le pertenece a un amigo.

Segundo Sarmiento, pintor de propaganda política, en una entrevista con un equipo de este Diario en Monte Sinaí, noreste de Guayaquil. Es más conocido como 'Sarmiento es pueblo', por la frase que imprime en los murales publicitarios que pinta. Foto: Jaime Freire

De baja estatura, pelo ensortijado y voz ronca, el sudor que le provoca subir cuatro pisos por escalera para llegar a la terraza activa el perfume One Million que se ha puesto justo antes de mostrar desde lo más alto de este inmueble, donde ahora se fabrica hielo, al sector que él llama ‘mi pueblo’: las cooperativas del noreste de Guayaquil, donde asegura que lleva años haciendo obra social y pintando paredes, como lo hace en el resto de la ciudad y en cantones vecinos.

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¿Quién es Sarmiento es pueblo?

Es una marca política que nació hace 45 años, que viene de un sector humilde, que nació en una casa de caña y piso de madera en Leonidas Plaza y 4 de Noviembre.

¿Por qué no se ha lanzado usted como candidato, aprovechando la marca política que dice ser?

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Yo ya fui congresista en 1996. Durante el gobierno de Abdalá Bucaram fui diputado por el Partido Roldosista Ecuatoriano (fue alterno de Farid Yapur y luego se principalizó).

Pero desde entonces solo ha promocionado a otros políticos

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Sí quiero participar en las elecciones seccionales del 2023, quiero ser concejal de Guayaquil, pero soy respetuoso de los procesos internos para elegir candidaturas, de que se corran encuestas y ver si los números me dan.

¿Sería por el PSC al que usted ahora está apoyando?

Eso sería lo lógico, pero la decisión es de ellos. Yo estoy listo para la foto. Son decisiones del partido que yo respeto.

¿Y no cree que lo perjudica haber puesto su nombre en propaganda de distintos partidos políticos durante años?

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No señor, gracias a Dios yo nací con luz propia y no necesito arrimarme a nadie para brillar. Al contrario, soy yo el creador de esta marca ‘Sarmiento es pueblo’, que ya hasta la tengo registrada en el Iepi (actual Servicio Nacional de Derechos Intelectuales), el que ayuda al carro ganador.


Segundo Sarmiento, en la terraza del único edificio que hay en Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil, dice que ese sector es su fortín político. Foto: Marco Carrasco

¿Por qué eligió Monte Sinaí para conceder esta entrevista?

Porque me encanta este lugar, tan lejos dirá usted, pero aquí estoy donde me gusta, donde está el (techo de) zinc, donde está la caña, donde está el polvo, donde está mi gente, donde he hecho obra social. He dado sillas de ruedas, bastones, he puesto luces, hemos hecho canchas, donado comida a los más necesitados, hemos apoyado para levantar casas de caña, casas de cemento.

¿Y de dónde sale todo eso?

De los amigos, todo de los amigos que creen en Sarmiento es pueblo, tengo amigos distribuidores de materiales de construcción que me dan cemento, planchas de zinc, madera, caña, y todo lo que me dan es para donar.

Usted no tiene una casa aquí, ¿dónde vive?

Tengo una casita en la cooperativa Sergio Toral, otra en La Garzota y una en Durán que voy a vender.

¿Y usted de qué vive?

Soy ceramista, tengo un taller familiar donde hago moldes de cerámica y adornos que se distribuyen a todo el país, a eso me he dedicado toda mi vida, vengo de una familia humilde de artesanos.

¿Ser artesano le ha permitido tener una vida cómoda?

Tengo a mi familia y tengo trabajo gracias a mis clientes, que es lo más importante.

Le pregunto esto porque la gente querrá saber si Sarmiento es pueblo o pelucón.

Yo creo que todos tenemos una aspiración de vivir mucho mejor, la ciudadanía, el país entero tiene ganas de prosperar. Lo más importante es tener salud y vida; y mientras tenga eso habrá Sarmiento para largo.

¿Usted tiene un almacén de pinturas o cómo se gestiona la realización de los murales de apoyo político con su nombre?

La gente cree en la marca Sarmiento es pueblo. Por ejemplo, si mañana alguien que esté ligado a alguna candidatura me llama y me pide ayuda, ellos me dan la pintura, piden colaboración, hasta hacen bingos para reunir para la pintura.

¿La pintura entonces no la pone usted?

No señor, ni tengo almacén de pinturas, tengo grandes amigos que venden pinturas, sí, pero no la compro, a mí me la entregan.

Segundo Sarmiento ahora apoya al PSC, pero antes fue promotor del PRE y Alianza PAIS. Foto: Jaime Freire

Durante años hemos visto mutar su apoyo con propaganda a diferentes políticos como un camaleón que cambia de colores, ¿por qué?

Voy a hacer una comparación. ¿De dónde salió Lionel Messi? Salió del Barcelona de España y lo acogió rápido el PSG. He sido como un buen futbolista, que cada vez que termina un campeonato ya hay otro equipo que lo quiere tener.

Pero usted no gana los millones de Messi. ¿Se considera un gestor de masas al que buscan antes de cada campaña?

Un gestor de masas y de realidades, quiero ver a mi Guayaquil más bello de lo que está. Yo no gano millones, pero veo un pueblo avanzando y una ciudad creciendo, a la que quiero servir.

¿O sea que cuando un político lo contacta a usted, se está asegurando de que detrás suyo venga un montón de votos?

Por supuesto, hasta se me eriza la piel, eso es en realidad lo que sucede. La marca hace que la gente piense: si Sarmiento está con Cynthia Viteri, muy aparte de que ella es una muy buena líder dentro y fuera de Guayaquil, es porque está haciendo las cosas bien en la Alcaldía en beneficio de los barrios, entonces la marca ‘Sarmiento es pueblo’ se encarga de concienciar.

¿Pero usted, que se define como marca política, no pone reparos para promocionar a cualquier político o sí lo hace?

Claro que sí. Incluso ahora ya me han pedido que los apoye poniendo mi nombre en alguna propaganda y les he dicho que no, porque donde yo estoy, donde pongo mi firma no se termina el compromiso hasta que llegue (a ganar) el candidato y ejecute los planes a los que se comprometió en campaña.

¿Lo defraudaron los políticos que apoyó en el pasado?

Vea, yo no juzgo a nadie, unos brillarán por lo que han hecho y a otros los juzgará la historia del país. Lo único que sí digo es que me honro en haber sido parte o instrumento de una estructura política ganadora, porque esto no es solo de pintar paredes, lo más importante de esto es convencer a un electorado, ellos dicen, con el que está Sarmiento, por ese vamos a votar. (I)