Pese a los diversos esfuerzos que el Ministerio de Salud (MSP) y otras instituciones como el Municipio de Guayaquil realizan para vacunar contra el COVID-19 a más personas, aún son miles los ciudadanos que no han recibido ni la primera dosis.

Según cifras del vacunómetro del MSP, hay un total de 14′204.747 personas inmunizadas, mientras que otros 1′891.778 habitantes aún no habían recibido ni la primera vacuna.

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Entre las principales causas que esgrimen las personas no vacunadas están las enfermedades preexistentes, las creencias religiosas o por desconfianza en las dosis.

‘Creo aún no existen garantías para hacer obligatorio e inocularse con algo que sigue siendo experimental’

Una madre guayaquileña decidió no vacunarse ni vacunar a sus hijos. Foto: Carlos Barros - EL UNIVERSO. Foto: Carlos Barros

Una profesional guayaquileña, residente en el norte de Guayaquil, explicó que el motivo principal del porqué no se ha vacunado está relacionado con el hecho de que considera que es una vacuna experimental. Ella tampoco ha vacunado a sus pequeños hijos, que tienen enfermedades preexistentes.

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“En adultos que desean ponérsela está bien. Pero en niños me parece un abuso de mi papel de padres hacerlo. Cada cierto tiempo se hacen más investigaciones y se consiguen más y más efectos adversos de la vacuna”, dijo.

Ella consideró que al momento no hay garantías para aplicarlas. Además, indicó, sus hijos no han sido vacunados porque tienen patologías preexistentes. “Mi hijo sufre de enfermedad cardiaca, ¿si le juega el número y le da miocarditis? ¿Quién me asegura que no? ¿O le da trombosis? En cambio, mi hija tiene enfermedad autoinmune, quién me asegura que su cuerpo reaccione bien”, dijo.

Ella recordó que en esta pandemia se han tejido diversas tesis. Mencionó que al principio se decía que la vacuna impediría ir a UCI y que no se ingrese a hospital y que por eso las personas con enfermedades crónicas no transmisibles y catastróficas tenían que vacunarse.

“Hace poco con la nueva variante ómicron decían que todos los hospitalizados eran porque tenían enfermedades catastróficas o enfermedad crónica no transmisible. ¿Entonces? ¿Sirve o no para impedir hospitalizarnos? Conozco personas sin vacunas que usan sus medidas de bioseguridad y no se han contagiado aún. Y conozco personas con tres dosis que han muerto o la pasaron mal y aún tienen secuelas. Jóvenes y aparentemente sanos. Tercera edad y de todo. No solo con enfermedades de base como dicen”, dijo la mujer.

Para ella, aún no existen garantías para hacer obligatorio vacunarse e inocularse con algo que sigue siendo experimental. “Aún se siguen descubriendo efectos adversos. Y creo que es un derecho que deberían de respetar y no ser algo discriminatorio”, mencionó.

‘Creemos que hay formas de cuidarse, hay que ser responsables, pero nosotros hemos decidido no vacunarnos’

Un ciudadano residente de Durán explicó que no va a vacunarse porque "confía en que Dios lo protege y lo cuida para cumplir su propósito".

Un abuelo residente de Durán padeció de COVID-19 al inicio de la pandemia. Estuvo con necesidad de oxígeno, su familia intentó ingresarlo en un hospital, pero no lo aceptaron en ninguno debido a la gran cantidad de enfermos de ese momento. Luego, en su casa, con oraciones y medicación básica, se logró recuperar. Él comentó que sintió que Dios lo mantuvo fuerte y que le prometió que lo iba a cuidar para que cumpla su propósito, y por ese motivo, él y toda su familia no se han vacunado.

“Nosotros estudiamos teología, creemos en la palabra de Dios, leemos la Biblia y conocemos de los manejos comerciales que en este momento hay en el mundo. Todo lo que estamos viviendo de esta pandemia está en la Biblia como en el tema de las plagas y en los negocios”, dijo.

Para la familia de este adulto mayor, es Dios quien dispone de la vida de las personas. Por eso, creen que deben seguir aferrados a sus promesas. “Dentro de las promesas de Dios está que todas las enfermedades, lo malo que entre al cuerpo, saldrán”, manifestaron.

“Nosotros hemos acudido a la ciencia médica, pero no lo atendieron. Por eso nosotros nos cuidamos con la mascarilla, los implementos de bioseguridad, siempre tenemos control estricto de todo para evitar enfermarnos y gracias a Dios mi familia no se ha enfermado pese a no estar vacunada. Creemos que hay formas de cuidarse, hay que ser responsables, pero nosotros hemos decidido no vacunarnos”, contó un miembro de esa familia. (I)