En la base Naval Sur, la Empresa Pública Astilleros Navales Ecuatorianos (Astinave) cuenta con los dos diques Napo y Orellana, que datan de la Segunda Guerra Mundial, con más de ochenta años de antigüedad.

Estas unidades marítimas usualmente suelen ser construidas para un tiempo estimado de operación de 40 años, es decir, han duplicado su ciclo de vida, por lo que debido a la condición de obsolescencia se busca reemplazarlas y repotenciar la capacidad del astillero, indicó el gerente de Astinave, Byron Machuca. En una primera fase se lo hará con el dique Napo.

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A mediados de este mes, en el dique Orellana se daba mantenimiento a un crucero que ofrece paseos turísticos en Galápagos y en el otro, llamado Napo, se daban adecuaciones al Buque Escuela Guayas, el barco de instrucción de la Marina.

Regularmente, los buques de la Armada, además del sector industrial marítimo, turismo, unidades de transporte de hidrocarburos y embarcaciones que operan en puertos, suelen entrar a dique para el mantenimiento de la línea de flotación a la quilla, de la plancha que suele corroerse, también desmontaje del sistema de propulsión y otras averías de operaciones, explicó el gerente.

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El actual dique Napo, que está en condiciones más precarias, puede soportar barcos de 1.400 toneladas de peso, que representa una limitación y es la mitad de su capacidad original que era de 3.000 toneladas. “Por eso nunca podemos tener dos barcos, máximo uno porque si no, no podríamos subir”, expresó el gerente.

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En septiembre pasado, el directorio de Astinave, conformado por varias entidades estatales como el Ministerio de Defensa y el Comando Conjunto de Fuerzas Armadas, aprobó la adquisición de un nuevo dique flotante para potenciar la capacidad instalada.

El nuevo dique, que reemplazará al Napo, tendrá una mayor capacidad, con 145 metros de eslora, 26 metros de manga interna, además duplica la actual capacidad de levantamiento con 6.200 toneladas.

Trabajadores dan mantenimiento a buque que se encuentra en el dique Napo. Foto: Alexandra Casulo

“Es moderno, automático, realizar las operaciones de mantenimiento en mucho menor tiempo y atender más barcos, con tres grúas fijas, es plano completamente, puede trabajar con unos cherry pickers para trabajar en las alturas, a lo largo del dique para hacer los trabajos mucho más rápidos”, dijo. Además, las operaciones pueden ser controladas desde un puesto de mando, agregó Byron Machuca.

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Con este proyecto, el gerente sostuvo que hay varios objetivos como eliminar riesgo de operación, reducir la demanda insatisfecha, desarrollo industrial, incrementar la rentabilidad social y fomentar el crecimiento de empleos. “Puede simultáneamente atender dos barcos, podemos atender más unidades que la actual capacidad”, añadió.

Según los cálculos, entre 48 y 60 barcos por año se podrían atender con el nuevo dique. En el actual Napo no se llega a 25 unidades al año.

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Usualmente un dique de estos dura como máximo 40 años, actualmente estamos al doble, el costo de mantenerlo es alto, preferible tener una unidad nueva que el costo de mantenimiento es bien reducido al ser un dique nuevo

Byron Machuca, gerente de Astinave

Para el financiamiento del proyecto de compra del nuevo dique, que se maneja en unos $ 21 millones, se contará con apoyo de $ 8 millones del Astillero y $ 12 millones que se conseguirán por medio de un crédito a través de una entidad financiera estatal.

Se contempla que el dique esté puesto en marcha en un tiempo de 20 meses en la misma Base Naval Sur. Por ahora se prevé que arribe el primer trimestre del 2025 al país. En septiembre se dio la autorización del directorio para dar paso al proyecto, por ahora sigue la fase precontractual y se pretende avanzar en la licitación para determinar la adjudicación en diciembre siguiente.

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Según estudios de mercado, Astinave tiene varias posibilidades de adquirir el dique en localidades de Asia, como China, Corea, Singapur, Indonesia y Turquía. Una vez que se haga la licitación internacional se conocerá el astillero ganador fabricante de la embarcación.

Por ahora, el dique Orellana, que se mantiene en mejores condiciones, seguirá operando y con la posibilidad de atender a dos embarcaciones en simultáneo.

Estos dos diques, que en su momento fueron de la Armada americana, luego se transfirieron a la Armada del Ecuador y hoy son parte de Astilleros Navales Ecuatorianos.

A futuro, el representante de Astinave dijo que se prevé conseguir la nueva ingeniería para un buque de similares características y su ensamble implementarlo en el país. Ese dique se espera que reemplace al Orellana.

“Vamos a construir un nuevo dique, lo haríamos con una transferencia tecnológica para poder construirlo aquí en el país, lo tendríamos después de unos cuatro a cinco años, dependiendo de cómo va el crecimiento de la demanda; eso crearía un ahorro sustancial de mantenimientos”, dijo.

En el barrio del Astillero, Astinave cuenta con una plataforma de varada donde también se da mantenimiento a embarcaciones de 600 toneladas y 50 metros de eslora. Allí se desarrollan proyectos de construcción, repotenciación y talleres del sector marítimo industrial.

En la Base Naval Sur se brinda atención por ahora a barcos de un promedio de entre 50 metros y 110 metros de eslora y de hasta 3.500 toneladas. (I)