Lorena, de 50 años, no aguantaba el sueño, se cabeceaba. Era mediodía y estaba arrimada a una de las rejas afuera del hospital Universitario de Guayaquil, en el km 23 de la vía Perimetral. Ella contó que ya tenía 12 horas desde que llegó con su nuera, quien ingresó por emergencia para dar a luz. No sabía si ella había salido bien del parto, ni nada de su nieto, aún tenía la maleta con ropa para la nueva mamá y el bebé.

En la salida de ese hospital generalmente hay más de 30 personas en la misma situación de Lorena: buscando información de su familiar. Unas están al pie de la puerta de salida junto a los guardias de seguridad, otras ubicadas al lado del parqueadero y algunas sentadas en las aceras con fundas de sábanas, cobijas, pijamas, insumos de limpieza; otros parientes con la pañalera, esperando alguna noticia.

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Hospital Universitario de Guayaquil entra en remodelación; atención de Consulta Externa se derivará a sanatorio de Monte Sinaí

Este hospital, enfocado en la atención ginecobstetra y neonatal, es uno de los referentes del norte de Guayaquil. El Ministerio de Salud (MSP) informó que este hospital pasará por un proceso de reconstrucción después de que algunos de sus servicios como atención de consulta externa, partos, cirugías migren al hospital Monte Sinaí, también en el noroeste. La decisión se tomó como urgente debido a la gran demanda que hay en atención de este tipo.

Lorena comentó que llegaron antes de la medianoche del jueves, que ella tenía 38 semanas de gestación, mucho dolor. “Nos dicen que está bien, que aún no entra, está esperando. Estamos preocupados porque no tenemos más datos, aquí los médicos no nos dicen un informe del paciente, solo sabemos cuando el guardia hace como que llama adentro a preguntar; mientras tanto, aquí nosotros pasamos día y noche”, lamentó la mujer.

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Cecilia estaba junto a otras dos mujeres a quienes se unió para conversar y hacer menos difícil la espera. Estas la consolaban porque hacía unos minutos le habían informado que su hija había perdido el bebé. La mujer, con los ojos hinchados de tanto llorar, comentó que esa fue la única información que recibió, que no explicaron por qué, solo que su hija estaba fuera de peligro.

En el hospital Universitario de  Guayaquil decenas de madres salen con sus hijos, luego de haber recibido atención en sus partos. Foto: Jorge Guzmán. Foto: El Universo

“No entiendo cómo puede pasar esto si es un hospital, si se viene acá es para salvar la vida, no sé, no nos explican, estoy esperando aquí desde las 4 de la madrugada, aún desconozco sobre mi hija y qué pasó con el bebé”, explicó la señora muy triste.

Esta situación contrastaba con muchas madres que sí salían con sus bebés en brazos. Una de ellas fue María Sol, residente de la cooperativa Sergio Toral, quien llevaba a sus gemelos en compañía de su mamá. “Tuve que esperar muchísimo, sentí que ya no podía, ese día que llegué a dar a luz me tuvieron dando vuelta, rompí fuente y no podía pujar, una doctora me ayudó y pude dar a luz normal”, recordó la joven, quien aseguró que sí había los medicamentos.

Hay excesos en la llegada de pacientes y de familiares al hospital

El doctor Luis Santos, director médico asistencial del hospital Universitario, reconoció que existe una alta demanda de atenciones ginecobstetras. Dijo que diariamente se da un promedio de 150 atenciones de emergencia no solo de Guayaquil, también de Samborondón y Durán, en la Zona 8 y la Zona 5, de sectores de la provincia de Los Ríos.

“Estamos con la capacidad de atender embarazos de pacientes preclánticas, eclámpticas, con síndromes que ponen en riesgo la vida de una mujer embarazadas, todos esos casos vienen de emergencia y se los atiende. También hay un alto número de pacientes que llegan para partos normal y esos casos generalmente se atienden en centros de salud tipo C, pero todos llegan acá y se los atiende”, comentó.

Con respecto a la gran cantidad de personas en exteriores, Santos explicó que solo se permite el ingreso de un solo familiar, pero que la mayoría de casos llegan como con tres a cuatro personas más.

Acotó que se tiene un espacio de espera en el hospital y que se los conceden a los casos que llegan de provincias o de otros cantones para recibir atención. “Para estos familiares de pacientes que van a quedarse varios días, semanas, les cedemos el área de espera, pero a quienes viven aquí pueden ir a sus casas porque hay muchas personas, lamentamos que esperen afuera, no es un lugar adecuado”, comentó Santos.

Indicó que espera que en seis meses ya se esté concretando la readecuación del hospital para potenciar nuevos espacios de atención a las pacientes. (I)