En el extremo sur del malecón Simón Bolívar, algunas parejas aguardaban en bancas, otras observaban el Palacio de Cristal mientras dos camineras que dan acceso al mercado artesanal asentado en la zona permanecían sin flujo de visitantes.
En la tarde del lunes 22 de agosto, tres locales permanecían abiertos mientras otro espacio era usado como oficina y el resto de puertas, más de diez, estaban cerradas.
Publicidad
Los pocos comerciantes mantenían la exposición de diversos artículos para tratar de atraer la mirada de los visitantes al Malecón y salir “del cero” en las ganancias. Es una situación con la que conviven desde hace varios meses, principalmente desde la reactivación tras la época más complicada de la pandemia del COVID-19.
Por la costumbre de asistir al lugar, las hermanas Zavala, Vicky y Lenny, llegaron a buscar varios recuerdos para llevar a conocidos en Miami, Estados Unidos. La segunda llegó de visita al Puerto Principal y mantiene la costumbre de asistir a este centro para llevar algunos artículos representativos del país.
Publicidad
Vicky mencionó que procura asistir a ese sitio porque tiene más seguridad en los accesos, aunque consideró que le hace falta publicidad para que no siga perdiendo más locales de artículos de tipo artesanal.
“Con pena porque no hay variedad, en estos locales de acá uno encontraba de todo. Cuando mi mamá vivía también la traía acá”, comentó Vicky, que acompañó a su hermana en la compra de carteras, destapadores y camisetas.
Una de las comerciantes que permanecían sentadas afuera de su local, Virginia, contó que soportan días complicados por las bajas ventas. Para ella, en el sitio están “sobreviviendo” puesto que la tendencia a la baja persiste y no ha tenido un despunte después de la flexibilización de medidas sanitarias.
Pese a ello, la mujer se mantiene a diario con sus estanterías llenas de productos como llaveros, bolsos, gorras, imanes, jarros, floreros y hasta cuadros de cerámica, que oscilan entre $ 1 y $ 25.
Antes de la pandemia, ella contó que los grupos de diez a quince turistas llegaban cada día, pero eso ha ido en decrecimiento. Calculó que el movimiento es del 20 % al 30 % a lo acostumbrado en años anteriores.
“Con manotones de ahogado, no hay turismo, muy poco, antes había turismo de todas partes del mundo”, relató la comerciante, que también ha pensado en desocupar el puesto y al mismo tiempo anhela que la situación mejore con actividades que permitan un mayor flujo de asistentes.
Otro comerciante pidió conocer de la fundación Malecón 2000 los planes para fortalecer el comercio en dicha zona. Mientras atendía una llamada, aseveró que la situación era complicada.
“Está malo, en todo lado está malo, no se puede decir que está bien, no se reactiva todavía como se debe, hay que aguantarle”, dijo el comerciante.
Otra dependiente de un tercer local mencionó que les tocaba “sobrevivir” a la difícil situación. Ella consideró que puede frenar el movimiento el hecho de que ciertas puertas no estén abiertas en todo horario por temas de seguridad, y estimó que debería promocionarse más el sitio en los alrededores.
Antes de la pandemia, ella comentó que muchos turistas gustaban de recorrer hasta el extremo sur del Malecón con lo que terminaban visitando sus puestos de artesanías. “Ahora casi no están viniendo sobre todo los extranjeros, un poquito se está vendiendo”, sostuvo y agregó que hay días en que las ventas se mantienen en cero.
La fundación Malecón 2000, encargada de la administración del área, explicó que la situación de desocupación de algunos locales se viene dando desde hace varios años.
“Esto debido a la decisión de los mismos concesionarios que resolvieron no participar en diversos procesos de subasta de los locales. Hay que recordar que desde marzo de 2020 se inició el confinamiento total por el COVID-19 y las restricciones fueron levantándose paulatinamente hasta el año pasado, impidiendo una reactivación del 100 % en el sector turístico, incluso a nivel mundial”, mencionó la entidad, que reconoció la baja de visitantes en esa zona.
La entidad indicó que está en estudio un proyecto para destinar otro espacio del Malecón para “articular” el comercio de artesanías. “La idea de este proyecto es beneficiar a un considerable número de negocios, ligado a este sector artesanal aportando a la reactivación turística y económica”, explicó.
Según datos de la fundación, en el mercado artesanal dos concesionarios ocupan cuatro locales para la venta de sus productos artesanales y uno está destinado a uso administrativo.
La administración actual implementó el proyecto turístico El Malecón Brilla en la Historia, que se inicia este sábado 27 de agosto y recorre desde el Hemiciclo de la Rotonda hasta el sector del Palacio de Cristal, con lo que se busca aportar que los visitantes conozcan diversos puntos, incluyendo el mercado. (I)