Eran las 07:24 del miércoles 17, cuando dos sujetos interceptaron un vehículo que detuvo su marcha sobre la avenida Carlos Luis Plaza Dañín, a la altura de la ciudadela FAE, norte de Guayaquil.
Enseguida, uno de los individuos apuntó con un arma al acompañante del conductor, quien, ante las amenazas, abrió la puerta y le entregó sus pertenencias.
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El asalto duró 20 segundos. Los delincuentes corrieron hacia un callejón, y en la calle posterior los esperaba un vehículo en el cual huyeron.
Este tipo de delitos se ha replicado desde noviembre pasado en esta zona norteña. Los asaltos a transeúntes, conductores e incluso robos a viviendas mantienen en alerta y con preocupación a los vecinos, quienes claman por mayor presencia policial.
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Diana vive en la manzana 32. Comentó que los robos se dan, sobre todo, en las horas pico. “Acá ya sabemos cómo vienen los ladrones. A unos se los ve bien vestidos, a otros se los ve que andan chateando, pero en realidad van viendo los carros que están estacionados”, expresó la ciudadana.
Agregó que, el pasado martes, un inmueble estuvo a punto de ser asaltado por varios sujetos, en horas de la noche. “Se quisieron meter al segundo piso de una casa, y por los perros que ladraron la gente salió a ver y se tiraron los ladrones. Y esto se da en una (calle) principal (Plaza Dañín), en la que supuestamente hay (cámaras) ojos de águila y debería ser más seguro”, dijo la mujer.
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Contó que han reportado los robos que se han registrado en ese tramo, pero la presencia de los efectivos policiales no los satisface. “Ahora están aquí dando vueltas porque la víctima del robo fue un personaje público. Apenas hay un patrullero para todo este sector. Tienen que venir de otros distritos para ayudar a dar resguardo”, manifestó Diana.
Cecilia, otra moradora del sector, indicó que su hija estuvo a punto de ser asaltada por hombres que se movilizaban en un taxi. “Hace dos semanas, como que la venían siguiendo, menos mal entró rápido a la casa. Iban tres hombres en un taxi, y cuando entró ella, se fueron rápido”, contó.
Los transeúntes también son víctimas de los asaltos. Hay personas que trotan por esa vía en la noche. “En diciembre a un chico le robaron, al día siguiente a una joven se le llevaron la cartera y la golpearon”, manifestó la ciudadana.
Según moradores, los delincuentes se esconden cerca de la parada de Metrovía en La Atarazana. También en calles de esa ciudadela. Después de cometer el asalto, escapan por espacios peatonales y huyen en vehículos con dirección hacia los cerros Santa Ana y del Carmen.
Otro de los puntos que los conductores y moradores han identificado como sitio de espera de los delincuentes es el paso a desnivel de la Pedro Menéndez Gilbert, en dirección hacia el sur.
“Ya conocen las salidas, por eso aprovechan la luz roja del semáforo, ven a alguien con los vidrios abajo y arranchan celulares, carteras. Otros te apuntan para que bajes el vidrio, abras la puerta y desvalijarte”, manifestó Cecilia.
La Policía envió personal para resguardar el sitio, horas después del asalto, la mañana del miércoles. Los habitantes esperan que los operativos en la zona sean más constantes, pues viven con zozobra por los reiterados asaltos. (I)