Elaina Santillán es licenciada en enfermería pero en la crisis sanitaria hizo de personal de limpieza, leyó cartas de despedidas a pacientes a punto de morir por el COVID-19 y hasta embaló los cadáveres para llevarlos a la morgue. Ayer, terminó una guardia “pesada” de 24 horas en el hospital del Guasmo sur, sin embargo, no fue a casa a seguir con su labor de madre. Ella junto con más de 50 compañeras acudieron a protestar para que se cumpla la Ley de Apoyo Humanitario y se les otorgue el nombramiento por haber trabajado en la emergencia sanitaria por el COVID-19.