La intervención del parque de la cooperativa 12 de Octubre, situado en lo alto del cerro de Mapasingue oeste, depende de la ausencia de las lluvias.
El contratista de la obra de estabilización del terreno en el que se asienta el espacio recreativo sostiene que es factible trabajar en terreno seco.
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Estima que dos semanas tomaría el sellado de la fisura horizontal, que según moradores de este barrio de Guayaquil surgió hace pocos días por efecto de las lluvias continuas y de un movimiento telúrico.
Precisamente las precipitaciones pusieron en riesgo, en el 2019, a siete casas de la cooperativa 12 de Octubre. Simón Leturnet, bisnieto de un ciudadano francés que se estableció en Ecuador, fue de los propietarios de viviendas a los que el Municipio les habló de la posibilidad de abandonar las estructuras, por el peligro inminente.
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“Cuando llovía el agua daba acá”, menciona el habitante haciendo referencia a su tobillo.
Un estudio determinaba que el desalojo del terreno empinado, que recibía continuamente descargas de agua de las lluvias, era la solución luego del deslizamiento que derribó parte de la pared de bloques que divide el sector con la zona de Los Ceibos.
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No obstante, la alternativa fue el reforzamiento del terreno para su estabilización y también la construcción de una serie de canaletes para la conducción de las aguas lluvia a las zonas bajas, en tierra firme.
Esta intervención ejecutada en el 2020 incluyó la construcción de un parque. Un escalón y una pared presentan las grietas.
“Ponemos vinchas de acero, ahí estabilizamos, luego sellamos”, expone el contratista de la obra, la mañana del viernes 26.
El perímetro del parque permanece cerrado con planchas de zinc.
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Aparte de ese punto, otras zonas de la cooperativa 12 de Octubre no presentan inconvenientes de ese tipo. Los primeros habitantes llegaron a esa parte alta del cerro de Mapasingue oeste hace más de 40 años, asegura la manabita Irlanda Rodríguez, quien integra el grupo en mención. (I)