Guayaquil vive en estos días la tradición de compartir colada morada con guaguas de pan. En las panaderías céntricas y los negocios barriales la producción se ha intensificado.

En varias panaderías de la ciudad se pueden observar los coloridos panes con forma de muñeco exhibidos en vitrinas junto con el inconfundible aroma a frutas y especias que caracteriza a esta bebida ancestral.

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Familias guayaquileñas acuden a diferentes locales para degustar los productos típicos de esta época, entre ellas Valeria Alvarado aprovechó la tarde del domingo pasado para disfrutar de una guagua rellena de manjar.

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“Es una tradición que no se puede dejar pasar”, comentó mientras acompañaba su guagua con un vaso de colada morada recién servida.

En la pastelería Erick, ubicada en la calle Luis Plaza Dañín, en el norte de la ciudad, el ambiente era de constante movimiento.

En los mostradores se exhibían guaguas en diferentes presentaciones y sabores: chocolate, a $ 2,25; manjar, a $ 2; y guayaba o crema pastelera, también a $ 2.

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La colada morada, elaborada con piña, guayaba, mamey y otras frutas tradicionales, también se ofrecía en distintas presentaciones: un vaso, a $ 1,50; una tarrina de aproximadamente un litro, a $ 7,25; y una lonchera para llevar, a $ 8,60.

Carlos Gámez, encargado del área de producción de la pastelería, comentó que la acogida del público ha sido muy positiva en estos días.

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“Nos ha ido muy bien, el público ha aceptado degustar su colada y su guagua. Es una tradición en la panadería Erick vender estos productos desde inicios de octubre”, señaló.

Según explicó, entre los tres locales que posee la marca se producen diariamente al menos 500 vasos de colada morada.

Además, este año incorporaron una novedad inspirada en las costumbres mexicanas: el pan de muerto, un pan dulce y suave relleno de nata montada, que se vende desde $ 2.

“Hemos querido sumar una propuesta nueva, pero sin dejar de lado lo nuestro”, agregó Gámez. La panadería mantendrá la venta de coladas y guaguas hasta la segunda semana de noviembre, con expectativas de superar las cifras del año pasado.

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En esa misma calle de la ciudad, la panadería Sabor Ambateño también recibía a decenas de familias que llegaban a compartir la colada morada en distintas presentaciones.

Allí los precios van desde $ 1,50, el vaso pequeño; $ 2,50, el mediano; y $ 5, la tarrina de un litro. Las guaguas, que se pueden llevar al por mayor o al detalle, tienen un costo que parte desde $ 1,50.

La administradora del local, Pilar Guzmán, comentó que este año han diversificado los sabores para complacer distintos gustos.

En sus vitrinas se pueden encontrar guaguas rellenas de chocolate, manjar, crema pastelera, pistacho, crema de chocolate con avellanas, mora y guayaba.

Los precios de las guaguas de pan van desde $ 1,50. Foto: Francisco Verni Peralta

“La más vendida ha sido la de pistacho y avellana”, señaló Guzmán mientras atendía a varias familias que aguardaban su turno para llevar los productos.

Durante la tarde, el ambiente en los locales era familiar. Niños, jóvenes y adultos se reunían alrededor de las mesas para disfrutar de esta bebida morada de sabor dulce y especiado, servida caliente, acompañada de los coloridos panes con relleno.

Algunos clientes optaron por sentarse a disfrutar en el sitio, mientras que otros prefirieron llevar sus pedidos para compartir en casa.

En ambos establecimientos la expectativa para esta temporada es alta.

Los encargados coinciden en que la aceptación de este año ha superado la del año anterior y confían en mantener esa tendencia hasta noviembre.

Más allá de las cifras, comentaron, la permanencia de esta tradición en Guayaquil refuerza el vínculo entre la ciudad y una costumbre que, aunque proviene de la Sierra ecuatoriana, ha sido adoptada con entusiasmo por los guayaquileños.

El sabor de esta tradición radica en su preparación. La colada morada se elabora a base de harina de maíz negro y combina frutas como piña, babaco, naranjilla, mora y guayaba junto con hierbas aromáticas, clavo de olor y canela.

Por su parte, las guaguas de pan son panes dulces decorados con glaseado de colores y rellenos de manjar, chocolate, crema pastelera o frutas, convirtiéndose en el acompañante para esta bebida que une a los ecuatorianos cada año. (I)