Este domingo, 1 de junio, murió en Guayaquil el violinista y profesor de Música Rubén Manrique del Pozo, quien desarrolló una valiosa labor artística y pedagógica por varias décadas que oportunamente fue reconocida por la comunidad.

Nació en Guayaquil el 20 de junio de 1938 y desde muy joven abrazó la actividad musical e incursionó en la enseñanza, que la ejerció con paciencia y generosa en los colegios Francisco Campos Coello, Guayaquil y Luis Augusto Mendoza Moreira.

También enseñó en los planteles Liceo Naval, Sagrados Corazones y la Universidad Católica local. Fue integrante de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil y miembro destacado de la Agrupación Cultura y Fraternidad y del Círculo de Periodistas del Guayas.

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Formó a numerosos intérpretes del violín y despertó en jóvenes y niños continuas inquietudes para el cultivo de la música; en su hogar realizó labor similar con sus hijos y nietos, quienes se convirtieron en reconocidos valores en este campo del arte.

Casado por 60 años con la educadora Carlota Suárez de Manrique, jamás dejó de enseñar y aquello le valió el reconocimiento de varias generaciones vinculadas con la música y la cultura en general.

Su sepelio se realizó en el cementerio patrimonial de nuestra urbe y numerosas instituciones se hicieron presentes para el homenaje póstumo que recibió por su magnífica acción desplegada. (I)