Conductores conviven con largas columnas de autos livianos y pesados que pugnan por entrar hacia la zona residencial y comercial de Mucho Lote 2, en el norte de Guayaquil, sobre todo en las denominadas horas pico, a partir de las 16:00 y hasta las 20:00 aproximadamente.

Víctor Vinces, chofer y morador de la zona, comenta que el retorno a su hogar en la autopista Narcisa de Jesús, en dirección Pascuales-Terminal Terrestre, se ha vuelto complicado por el mayor flujo de vehículos, que ha tenido un crecimiento paralelo al habitacional y el de comercios.

Ahora invierte alrededor de quince minutos desde que toma el retorno en U cercano a Mucho Lote, continúa a los carriles de servicio y accede al sector por la vía Costanera NE. En años anteriores, ese mismo recorrido lo hacía en tres minutos. “Antes era suave; ahora es insoportable”, dice el hombre.

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Justamente, uno de los puntos críticos se ubica a la altura de un giro en U cercano al ingreso a Mucho Lote 2. Ahí, decenas de conductores que se movilizan en dirección Pascuales-Terminal acceden por ese desvío para llegar a la zona residencial mencionada.

Mientras tanto, otro flujo vehicular, que viene en dirección contraria (Terminal-Pascuales), avanza por los carriles de servicio para ingresar a la misma zona residencial.

Quienes llegan desde Pascuales pugnan por avanzar hacia el costado derecho e internarse en el flujo vehicular que avanza en los carriles de servicio, que a su vez desembocan en el ingreso actual que colinda con un supermercado de la zona. Esa mezcla de los flujos de las columnas de vehículos provoca conflictos en el tránsito e incluso accidentes, relataron vecinos y choferes de la zona.

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Con el inicio de clases, eso se ha complicado más pasadas las 18:00 horas. En esa zona hay columnas que se forman entre pitos, reclamos y el riesgo de una colisión.

Vinces estima que se podrían evaluar alternativas, como la ampliación de los carriles de servicio en la autopista para evitar los atascos viales en la autopista o, en su defecto, volver a una sola vía la calle aledaña al supermercado situado en el acceso al sector.

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Ángel César, otro ciudadano que colabora en un negocio, comenta que en las denominadas horas pico el tráfico se vuelve insoportable, ya que incluso la vía a la que desemboca la calle de ingreso se vuelve angosta por los carros que se detienen a comprar en los locales comerciales de la zona, y ello complica más la situación de tránsito.

En la zona suelen observarse agentes de tránsito que buscan agilizar el tránsito; sin embargo, persisten los contratiempos, dice el trabajador, que pasa a diario en la zona.

En paralelo al tradicional ingreso se mantiene una nueva vía que tiene carriles de ingreso y salida, y que permanecía bloqueada en sus extremos hasta días pasados. Aunque es una obra particular y no municipal, según voceros, varios vecinos auguraban que pueda servir de alternativa en el futuro o que se implementen mejoras en el acceso regular al barrio para mejorar la fluidez vehicular.

Los vecinos esperan que se implementen mejoras en ese enlace a fin de mitigar los atascos vehiculares que, sobre todo, se presentan en días laborables desde el ingreso y a lo largo de la autopista.

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Una vía de acceso se ha construido en la zona de Mucho Lote 2. Foto: El Universo

A su vez, Ana Román, residente y propietaria de una ferretería, considera que es necesaria la implementación de señalética y un semáforo en la desembocadura del ingreso a Mucho Lote, para coordinar el tránsito en una especie de Y que se genera entre el tráfico que ingresa a la calle Costanera NE y los que giran hacia el primer callejón 26 NE, donde se ubica el supermercado de la zona.

Vinces, al igual que otros vecinos, estima que, en el caso de que se aperture la vía particular de ingreso, podría servir para mitigar en parte los atascos viales y el problema del giro en U se trasladaría hacia la zona de Los Vergeles, ya que en esa zona se podría acceder a ese paso nuevo.

Por ahora, en ambas vías principales de Mucho Lote (av. Costanera NE y la av. 4 NE) que sirven de ingreso y salida, respectivamente, se evidencia una serie de baches que generan inseguridad en el tránsito. Varios automotores hacen maniobras bruscas para evitar caer en los hundimientos. (I)