Carlos Aucapeña y su familia salieron de Guayaquil el 31 de diciembre pasado para disfrutar del cambio de año en Salinas. En la terminal terrestre, ubicada en el norte de la ciudad, compraron boletos con anticipación para viajar a ese destino playero. Este viaje lo planificaron desde inicios de noviembre, mucho antes de que se dispusiera un feriado largo por fin de año en Ecuador.
Durante la planificación de las vacaciones familiares se decidió alquilar un departamento cerca de la playa y permanecer dos noches. Es decir, en la mañana de este jueves, 2 de enero de 2025, regresar al Puerto Principal.
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Tanto Aucapeña como su esposa tenían previsto pedir permiso en sus trabajos e ingresar al mediodía del 2. Cuando se anunció que el feriado se extendía hasta el 5 de enero, analizaron si podrían costear una noche más o viajar a algún sitio con sus tres hijos. Sin embargo, no lo hicieron.
“Nos costó bastante pagarnos todo para el 31, para pasar bien y movernos a otras playas cerca de Salinas el 1. Somos cinco y todo es más caro, así que decidimos quedarnos con nuestras vacaciones como planificamos y no gastar de más”, mencionó el padre de familia.
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Él al igual que decenas de familias la tarde del jueves decidieron visitar el Malecón Simón Bolívar y restaurantes en la calle Panamá, para distraer a los más pequeños de la casa.
Pasado el mediodía del jueves, los restaurantes recibieron a aquellos comensales que decidieron permanecer en Guayaquil en los primeros días del 2025. Trabajadores de locales en Puerto Santa Ana indicaron que la visita de clientes se intensifica durante la tarde y noche. Existe una expectativa alta de ventas para el fin de semana.
Lourdes Pereira y su madre, Gladys, si bien no salieron de la ciudad entre el 1 y 2 de enero, tienen previsto hacer un viaje corto a Manabí durante el fin de semana. Ellas, por ejemplo, en esos dos días recorrieron el centro de la ciudad, subieron las escalinatas de Las Peñas y visitaron a familiares que viven en zonas del norte y noroeste. Ambas viven en el suburbio.
“Preferimos salir después de que todo mundo salga, nos queremos ahorrar la fila para comprar un pasaje y la locura de la gente que viaja el 1. Esperamos que para el fin de semana la gente ya esté regresando y todo esté más calmado”, manifestó.
Regularmente, contó Pereira, cuando existe un feriado largo (de más de tres días) optan por viajar máximo dos para no excederse en gastos de alimentación, hospedaje y movilización al destino.
“Este año entre las dos dijimos que íbamos a gastar unos $ 120 y el hospedaje íbamos a ir a un Airbnb, que es a veces más barato. No planificamos ni reservamos porque a veces a última hora también desistimos de viajar y ese dinero lo ocupamos en otras cosas”, dijo.
Entre las familias que se han quedado en Guayaquil, el común denominador es la falta de dinero para costear más de dos noches de estancia en algún destino. De hecho, operadores turísticos en Playas, Salinas, Olón y Montañita indicaron que gran parte de las reservas han sido para dos noches.
“La gente creo que no tiene para costear tantos días de feriado, se dan un gusto corto, pero luego vuelven a sus ciudades”, señaló el dueño de un hostal en Olón.
Hasta este destino viajó Fernando Altamirano con sus padres y esposa el pasado 31 de diciembre. A La Aurora, en Daule, donde vive desde hace siete años, volvió al mediodía del jueves. El hombre optó por regresar para visitar a sus suegros y para no dejar sola su vivienda tantos días.
“Creo que no solo se debe ocupar el feriado para salir de la ciudad, también podemos aprovechar para hacer cosas pendientes o visitar a la familia. Dos días es más que suficiente para el feriado y para no lamentar luego de no tener cómo pagar esas vacaciones”, afirmó. Durante los dos días de feriado gastó en promedio $ 80 diarios por persona. (I)