Guayaquil volvió a ser sede del Downhill del Cerro Santa Ana, que reunió a más de 60 corredores de diferentes provincias y un competidor extranjero, ante la mirada de cientos de espectadores que coparon el tradicional barrio turístico.
El downhill es una modalidad de ciclismo de montaña que consiste en bajar una pendiente a alta velocidad de forma controlada.
Fabricio Sánchez, vocero del evento, explicó que la carrera tipo urbano–montaña se retomó en 2024 y ahora vive su segunda edición consecutiva.
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“Volvimos después de más de una década. Es una competencia invitacional: aquí solo corre gente rankeada y con experiencia; está lo mejor del Ecuador”, señaló.
El descenso inició en el faro del cerro Santa Ana y recorrió unos 500 metros hasta la calle Numa Pompilio Llona, atravesando escalinatas y giros cerrados. La competencia se dividió en tres categorías: la junior, en la que participaron niños de hasta seis años; mujeres y hombres.
“Este cerro tiene unas 444 escalones. Es un escenario natural perfecto, por eso hace 15 años fuimos pioneros con este formato en Guayaquil”, recordó Sánchez.
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El vocero remarcó que la competencia no solo promueve el deporte. “Esto reactiva al cerro. Hay movimiento comercial y turístico. Queremos que la gente vuelva, el cerro está lindo y está seguro”, indicó.
Entre los asistentes hubo aficionados que valoraron la visibilización de disciplinas que suelen ser poco difundidas. José María Yopar, ciclista recreativo de 63 años, celebró que el downhill gane espacio.
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“Es una de las modalidades más extremas del mountain bike. Que lo repitan ayuda a que más gente lo conozca”, dijo. Y dejó un mensaje a los jóvenes: “Ecuador tiene maravillas, y en bicicleta se disfrutan más. Salgan a explorar”.
La competencia también atrajo a talentos infantiles que ya apuntan al alto rendimiento. Dante, de 10 años, corrió en el circuito urbano. “Es una locura. Cuando voy en bici siento que soy el rey del mundo”, contó el infante. Su meta es clara: “Quiero ser campeón mundial”.
Para los riders activos, el evento refuerza la necesidad de infraestructura. Miguel Nieto, ciclista guayaquileño, consideró que este tipo de citas deben repetirse.
“Ayudan a que las autoridades inviertan en pistas. Este deporte te quita el estrés y te enfoca; es mente sana”, previo a competir en el descenso con escaleras y obstáculos. (I)
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