El Concejo Cantonal de Guayaquil sesionó este jueves, 31 de julio, en la isla Puná.
Los ediles resaltaron que era la primera vez que se realizaba una sesión de Concejo en esa parroquia rural.
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Fue una sesión que estuvo matizada previamente por presentaciones musicales de alumnos de una escuela de esa parroquia.
En esta sesión, el Concejo aprobó en segundo debate el proyecto de segunda reforma a la ordenanza que regula la ocupación del espacio o vía pública mediante la instalación de elementos de seguridad.
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Emily Vera, edila, tomó la palabra para proponer la aprobación de esta ordenanza que extiende el plazo para regular la colocación de las rejas.
Durante la votación, catorce ediles aprobaron la ordenanza. El plazo se amplía hasta el 31 de julio del 2026, según se resolvió.
La ordenanza aprobada determina que para los casos de los colectivos o comunidades que hayan instalado elementos de seguridad en el espacio o vía pública con anterioridad a la vigencia de la ordenanza que regula la ocupación del espacio o vía pública mediante la instalación de elementos de seguridad, publicada en el Registro Oficial del 19 de enero de 2024, tendrán hasta el 31 de julio de 2026 para cumplir con los requisitos y procedimientos para la obtención del permiso temporal para la instalación de elementos de seguridad en el espacio o vía pública.
“Se iba a vencer el plazo y se lo extendió un año más”, dijo Jorge Arévalo, máxima autoridad de la dirección de Urbanismo, Movilidad, Catastro y Edificaciones (Dumce).
Arévalo explicó que el proceso para regularizar este sistema de protección con rejas se cumple en dos pasos: ingreso de la solicitud por la dirección de vía pública (bajos del Municipio) y luego, “inspección en el sitio y validación técnica”.
Debido a que intervienen dos direcciones, la de vía pública y la de urbanismo, además de la Agencia de Tránsito y Movilidad de Guayaquil (TM), Arévalo estimó que son “de dos a tres semanas” el tiempo que lleva la aprobación o negación de estos pedidos.
Además, en esta sesión se aprobó en primer debate del proyecto de Ordenanza derogatoria de la Ordenanza que autoriza y regula en los aspectos fundamentales la concesión para la administración del Museo Nacional del Cacao en Guayaquil’.
La vicealcaldesa Tatiana Coronel, quien dijo que era la primera vez que visitaba Puná, elevó a moción esta ordenanza.
Dijo que como la Empresa Municipal de Turismo estaba liquidada, la Dirección de Turismo se encargará de promover la gestión de este museo.
La ordenanza fue aprobada con el voto de catorce concejales presentes.
Durante la sesión también se conoció la renuncia del secretario municipal. Felipe Cabezas-Klaere leyó una carta en la que expone que renuncia por motivos personales.
Blanca López, concejala, sostuvo que la obra potabilizadora de agua está terminada para atender las necesidades de la población.
Tras la sesión, moradores de la isla Puná entregaron una placa de reconocimiento al alcalde.
Antes de la sesión, el alcalde inauguró una unidad de salud en la isla Puná.
Ese local tendrá servicios de medicina general, obstetricia, farmacia y otros.
Nuevo puente para unir Puná Baja y Puná Alta
Aquiles Alvarez se despidió asegurando que volverá a la isla y que además hay más proyectos ejecutándose. Entre ellos, “luminarias solares en Puerto Cruz” y un nuevo puente para mejorar la conectividad de Puná.
Sobre este último proyecto, Álvarez dijo: “Estamos en estudios para subir a contratación pública”. El puente funcionaría como una vía que acorte el tiempo de tránsito entre Puná Alto y Puná Bajo.
La extensión está proyectada que sea de 15 km, aproximadamente. (I)