Las cifras de fallecidos por COVID-19 en la urbe pasaron de 14,7 a 11 casos por día, según el reporte de los dos últimos informes de la Mesa Técnica de Salud del Municipio de Guayaquil. Esto causó algo de asombro en médicos, ya que se esperaban muchos más casos de gravedad debido a las movilizaciones por las jornadas electorales y el feriado de carnaval.

El epidemiólogo Carlos Farhat, coordinador de Salud del Municipio de Guayaquil, explicó que una de las razones del por qué no se visibiliza un impacto mayor es porque muchas personas que se infectaron en los días de carnaval tienen un periodo de incubación 14 días para que presenten síntomas.

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“Es decir que si se contagiaron entre el 14 o 15 de febrero, hay que esperar hasta 14 días más para que presenten síntomas, unos los presentan en menor tiempo. Por lo que en esta semana se verán a los pacientes sintomáticos de carnaval. Y hay que agregarle otra variable que es el tiempo que los pacientes demoran en acudir a una consulta médica. Y esos pacientes necesitan unos 10 días para complicarse e ir al hospital, muchos pasan a terapia intensiva dos semanas más. Es por lo que digo que en las próximas semanas veremos el resultado, la mortalidad se incrementaría en la tercera o cuarta semana de marzo”, explicó.

Y es así como las salas UCI aún permanecen con una ocupación que sobrepasa el 95 % en Guayaquil. Por ejemplo, hasta ayer los hospitales de Los Ceibos y Teodoro Maldonado, del IESS, reportaban 97 % y 100 % de ocupación. La Dirección Provincial IESS-Guayas informó que en Los Ceibos había 5 camas UCI disponibles de 41, mientras que en el Teodoro Maldonado era de 0 de 35 ocupadas. Situación similar se vive en las UCI de los hospitales del Guasmo y de Monte Sinaí.

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El médico intensivista Alberto Campodónico, jefe UCI del hospital-clínica Kennedy Alborada, explicó que las UCI a nivel privado también se encuentran al máximo y que lamentablemente el número de fallecidos seguirá aumentando.

Explicó que una de las razones del por qué el contagio no fue exponencial como se pensó, fue porque muchas personas que viajaron ya tenían la inmunidad, se habían enfermado recientemente y al viajar no tuvieron problema de volver a infectarse.

Añadió que otro punto que ha evitado el contagio exponencial es que muchas personas han mejorado su inmunidad con buena alimentación, tratamientos, buen uso de la mascarilla o guardaron aislamiento a tiempo, eso ha hecho que haya menos contagios.

En eso coincide el intensivista Omar Ávila y acota que otro factor puede ser que al momento se ve una tendencia de mayor afectación en población más joven, es decir los menores de 50 años, que es un grupo menor. Mientras que el año pasado, afectó a quienes eran mayores de 50 años.

Ocupación de camas UCI en Quito es del 98%, autoridades dicen que continúa el aumento de pacientes con COVID-19

La médico intensivista Sofía Villamar comentó que en esta etapa de la pandemia se maneja mejor la enfermedad como tal. “Fallecidos no hay en gran cantidad como tal porque la enfermedad es mejor manejada ahora que lo que pasó el año pasado cuando no sabíamos cómo abordar la enfermedad a tiempo. La gente se ha contagiado, pero el manejo que se está haciendo es mucho mejor y las personas ya previenen a tiempo las complicaciones”, explicó.

Expresó que ha habido gran demanda de atención de pacientes leves y complejos en casa, incluso ha tenido que aliarse con otros colegas como terapeutas respiratorios, cardiólogos, y otros, para poder dar asistencia a quienes no alcanzaron camas de hospitalización.

En eso coincide el doctor Jorge Luis Portes, que visita a diario a pacientes COVID-19. “Hay más pacientes COVID-19 pero optaron por hacerse atender en sus casas, han requerido oxígeno, se han asesorado, se han unido las familias y los han tratado en casa, hay muchos pacientes en una sola casa. Se ha hecho conciencia, se han hecho exámenes y se han salvado muchos en casa que en hospitales”, comentó.

Campodónico agregó que la inmunidad no es para siempre y que si no hay la vacunación respectiva en unos tres o cuatro meses más, sí podría haber un repunte peligroso de casos ya que la inmunidad empieza a disminuir, más aún con las diversas variantes que circulan en Guayaquil y el país. (I)