Una capilla ardiente se habilitó para el velatorio de dos servidores de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) tras ser asesinados al estilo sicariato en Santa Elena y Guayas.

En un primer evento, la noche del sábado 25, en la playa de Chipipe, en Salinas, el cabo segundo Ronald Gancino fue atacado a tiros cuando estaba reunido con un grupo de personas. En ese hecho, otra persona murió y tres más quedaron heridas.

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En otro caso, la madrugada de este domingo 26, el cabo primero Kléber Pérez, quien además era creador de contenido, murió en otro atentado en Naranjito, en Guayas.

Sobre estos dos eventos, el general César Garzón Mendoza, comandante encargado del Cuerpo de Vigilancia de la CTE, expuso que la entidad está de luto, muy conmocionada por estos hechos de violencia en contra de sus agentes.

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Añadió que se preparó la capilla de la institución en Guayaquil para recibir a los cuerpos; sin embargo, aún se está coordinando con los familiares para darles el último adiós como institución.

“Nosotros corremos un alto riesgo como servidor público. No podemos precisar si están relacionados (ambos casos)”, comentó.

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Garzón manifestó que prestaron todas las facilidades a la Policía Nacional para que ingrese al sitio donde vivía Gancino, como parte de las investigaciones.

“El luto nos embarga, se está investigando; al momento no estarían relacionados”, agregó el oficial.

Añadió que se espera que uniformados policiales puedan llegar con los responsables de este hecho.

Por ahora, las actividades de los agentes se mantienen con normalidad en las vías estatales. (I)