En Guayaquil la alegría por recibir un nuevo año, el 2023, se tomó las calles de diferentes sectores. Con parlantes ubicados en las veredas y música en cada esquina la gente animó la quema del tradicional año viejo con el que se despide un periodo de 365 días y se da paso a uno nuevo.
Desde temprano los vecinos se reunieron afuera de sus casas para compartir momentos en familia y en grupos de amigos. Desde el 2020, cuando la pandemia azotó al Ecuador, las celebraciones de año nuevo traen consigo la evocación de quienes fallecieron a causa del COVID-19, virus que hasta la actualidad sigue cobrando vidas.
Publicidad
En medio de la nostalgia, los vecinos se contagiaron de alegría, de esperanza de que vendrán días mejores.
Muñecos de aserrín o de papel hechos con moldes que dan formas vistosas se quemaron a la medianoche, como ya es costumbre en la ciudad y, en general, en el país.
Publicidad
En Cuenca hubo quienes lucieron accesorios (gafas) con el número 2023 que corresponde al año en curso.
Guía de los monigotes gigantes 2022: ubicaciones, horarios y fotos
En la capital azuaya hubo también quienes cumplieron rituales como patear al monigote. En muchos lugares se observó que los moradores usaron planchas de zinc como ‘cama’ para evitar daños en la calzada.
Así, en Ecuador se despidió el 2022 y se dio la bienvenida al 2023. Los festejos en casa se prolongaron hasta la madrugada luego de compartir la cena y de bailar. (I)