Aquellos anhelos de los habitantes de Guayaquil de tener su centro para formar profesionales vieron la luz 24 años después de que se empezaran a impartir clases de enseñanza profesional en la ciudad (1843), cuando el 1 de diciembre de 1867 se firmó el nacimiento de la Universidad de Guayaquil, tras la primera reunión de la llamada Junta Universitaria del Guayas, recogen sus archivos.

La Facultad de Jurisprudencia fue la primera que se creó. Diez años después, la Facultad de Medicina. De ahí, seis años posteriores, las facultades de Filosofía y Literatura, Ciencias Físicas y Matemáticas, Ciencias Políticas y Administrativas..., hasta llegar a la actualidad con 18 facultades y 52 carreras.

La Universidad de Guayaquil, la más poblada de Ecuador con 68.000 alumnos en este semestre, llega hoy a sus 150 años de creación, con miras a la construcción de un nuevo campus, la implementación de un parque tecnológico, mayor investigación académica y otros, dice su actual rector, Galo Salcedo.

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Tras pasar por el descenso a la última categoría, de la B a la D, en 2013; por una intervención de tres años y por quejas sobre calidad y servicio educativo, en septiembre del 2016 volvió a la B. Ahí logró la acreditación que le permite ofertar posgrados, acceder a recursos, firmar convenios y otros.

Alumnos y docentes que pasaron por esos procesos coinciden en que la educación –incluyendo infraestructura y equipamiento– mejoró tras la intervención del Consejo de Educación Superior. Aunque, agregan, aún faltan arreglos y dotación de equipos y espacios.

“Aquí en la facultad (Jurisprudencia) ha habido un cambio extremo, antes (de la intervención) era una prisión, así la podemos catalogar. Los ventiladores se caían, las bancas, en terrible estado. Ahora la mayoría de los cursos tienen aire (acondicionado)”, cuenta Ronnie Mora, de 21 años, estudiante del noveno semestre de Derecho.

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Francheska Ponce, de 20 años, de la carrera de Comunicación Social, cuya facultad está en la cdla. Quisquís, norte, comenta que los equipos nuevos que les entregaron hace un año tienen programas avanzados, acordes a la tecnología actual.

“Se han implementado cámaras, teleprónteres, pantallas, equipos multimedias que antes no había. Tenemos una sala de edición muy buena, computadoras Mac”, expone Ponce.

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En la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas, en el campus principal, en cambio, los alumnos piden más proyectores, aparatos de medición, equipos modernos...

“Debe haber tres o cuatro teodolitos (instrumentos de medición que se usan en topografía e ingeniería) por curso, porque a veces hay uno para todo el grupo (de 30 a 35 alumnos) y no alcanza, se va el tiempo, no alcanzamos”, cuenta Andrés, de 22 años, del quinto semestre de Ingeniería Civil.

También piden el arreglo de computadoras y dotación de parlantes. “Los docentes nos muestran videos, pero no podemos escucharlos”, agrega otro.

Joselyn Miranda, de 20 años, de la Facultad de Economía, dice que el internet inalámbrico y gratuito (wifi) de la U. es otro aliado para sus estudios. A esto le suman el cíber, las copias e impresiones gratuitas que tienen en áreas como la asociación de estudiantes de Economía.

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Profesores con doctorados y maestrías (como exige la Ley Orgánica de Educación Superior, LOES, para titulares principales, agregados o auxiliares) y clases de entre 20 y 40 alumnos resaltan entre lo diferente.

Pero el giro en la Universidad de Guayaquil, llamada la Estatal, no es nuevo. Comenzó en 1994, según docentes, con la llegada de León Roldós al rectorado. Antes de eso, las huelgas, la quema de llantas y otros actos violentos impedían estudiar con tranquilidad, recuerdan.

“El tiempo que fue el rectorado de León Roldós cambió la universidad, fue una vitrina y se abrió la puerta a los diversos bachilleres para que optaran por nuevas carreras. Hubo carreras autofinanciadas que se crearon en ese rectorado y que hoy se cubren mediante la gratuidad”, indica Juan Fernando Escobar, director de la carrera de Informática y Sistemas Multimedias, que se educó en este centro.

La gratuidad (garantizada en la Constitución del 2008 y en la LOES) y el prestigio profesional en carreras como Medicina llevan a los bachilleres de todo el país a postular y pugnar por un cupo para entrar a esta U.

A inicios del 2017 postularon 64.000 bachilleres del país para un cupo inicial de 5.766, pero tras la demanda y problemas se dieron 3.317 adicionales.

68 mil alumnos y 3.500 alumnos tiene en este semestre la Estatal.

Celebración
Por el aniversario, Hoy, a las 09:00, se hará la izada de los pabellones en un acto en los exteriores del edificio de Administración Central de la U. A las 16:00 será la ceremonia de aniversario y entrega de reconocimientos, en el teatro del centro empresarial Las Cámaras, av. Francisco de Orellana.

Me motivó a estudiar aquí la gratuidad en primer lugar (...) y porque salen buenos profesionales. Tenemos muy buena infraestructura (en el norte), un edificio con todos los implementos que necesitamos.Priscila Uzho, carrera Educación B.

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