Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi, maestro y padawan, abren la Parte V y penúltimo episodio de la serie Obi-Wan Kenobi (Disney Plus), con imágenes de un suceso del pasado. Mientras el primero está obsesionado con ganar, el otro está impartiendo una lección. La diferencia entre sus personalidades, motivaciones y habilidades aún es evidente en ese recuerdo, y vuelve a serlo en los sucesos de este quinto episodio, en que los dos retoman su pelea en condiciones un poco más equitativas.
¿Cómo puede el debilitado maestro Jedi enfrentarse al poderoso Darth Vader? Los misterios de la Fuerza vuelven a estar en su favor, no solo la manifestación física de este poder (en la que Vader es superior), sino su filosofía y sabiduría. En la mente de Kenobi, no necesita de un arma para ganar. Y ganar para él no equivale a destruir a su oponente.
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El Jedi tiene otras cosas de las cuales preocuparse, o más bien, otras personas, perseguidos del Imperio a los que se ve comprometido a ayudar a escapar, y sobre todo, tiene a su cargo a la princesa Leia, a quien aún debe llevar hasta Alderaan. “Los Jedis tienen que defender la vida, no quitarla”.
Kenobi está más alerta, menos confundido, y en este episodio empieza a liberarse del peso de la culpabilidad y la nostalgia, y a hacer conexiones. Una de ellas lo lleva a entender que la nueva Gran Inquisidora, Reva, no está tras él, sino que tiene un objetivo mucho mayor, relacionado con sus orígenes.
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A continuación, algunos spoilers de la Parte V
Reva, siendo una niña aprendiz, escapó de la masacre en el templo Jedi en Coruscant y se convirtió en oficial del Imperio. Tal como Anakin Skywalker, es una joven talentosa y llena de ira que no confía en nadie y que prefiere trabajar sola. Kenobi la descubre, pero ella no se conmueve fácilmente. “¿Por qué debería confiar en ti? Él era tu padawan”, le cuestiona, y atina justo en el recuerdo más doloroso.
La recuperación del Jedi es difícil, no hay tiempo de procesar las pérdidas. En este caso, consigue ponerse a salvo, y a los otros, por el sacrificio de alguien más. La exoficial imperial Tala decide que alguien tiene que detener a los storm troopers, y su droide la acompaña. Star Wars no olvida resaltar los vínculos entre los humanos y los droides a los que han configurado hasta convertir en extensiones de sí mismos, tal como Leia y su LoLa, o como R2D2 (Kenny Baker), el astromecánico que con los años fue asistente de Padme, Anakin, Obi-Wan, Leia y Luke.
La parte V cierra con una bien fundada premonición de Kenobi de que algo anda mal no solo para ellos. La última toma nos sugiere que en el próximo y último episodio visitaremos el planeta Tatooine. (E)