Era uno de los favoritos declarados de la competencia, tanto del público, como de sus compañeros e incluso de los mismos jueces. Pero una pequeña falla fue suficiente para dejarlo por fuera de MasterChef Ecuador (Teleamazonas). La noche de este lunes 6 de febrero, el odontólogo cuencano Santiago Barzallo terminó su tiempo en las cocinas de la competencia de gastronomía.

El reto de eliminación que se celebró en el episodio de hoy se dividió en tres partes. En el primer segmento, un chef invitado dirigió una masterclass a los cocineros de la competencia. Fue el chef cuencano Daniel Contreras, propietario del restaurante Dos Sucres. El experto dio una clase demostrativa de un cebiche vegetariano, elaborado con scobies que fermentan la kombucha usada para la preparación; acompañado de tamales.

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En la segunda parte de la transmisión se llevó a cabo un pequeño reto para dar ventaja a uno de los cuatros concursantes en riesgo de la eliminación: Alexandra, Santiago, Victoria y Jamil.

Este momento fue planificado por la alianza entre Jamil y Johanna junto con Henry, Raúl y Sonnia, quien le contó a la presentadora Érika Vélez desde el balcón que ya había perdonado al empresario (en una emisión anterior, la docente se había quejado de Jamil y se rompió en llanto ante sus compañeros). La idea fue perjudicar a Alexandra, sin embargo, la llamada ‘Diabla‘ ganó el mini reto, que le dio 5 minutos adicionales de ventaja en la despensa y 5 minutos más para la visita del chef invitado, que la asesoró.

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Por su parte, Jamil contó en la entrevista privada que el único que le importaba del grupo “fiu fiu”, como han llamado a Alexandra, Victoria, Santiago, incluso al propio Jamil, es el cuencano. “Él si me cae bien”, reveló.

La tercera parte, lo medular del reto, consistió en preparar en 45 minutos un plato inspirado en nombres de restaurantes que han escrito sus compañeros pensando en la personalidad de cada cocinero. “El sueño mayor que tiene todo cocinero es llegar a tener su propio restaurante”, explicó el juez y chef Jorge Rausch sobre la naturaleza de este desafío.

Victoria fue la primera en pasar al atril. Su restaurante ficticio fue llamado Thai-tanic, por lo que entregó curry con gel de coco con cítricos y un poquito de picante al que llamó ‘El iceberg del Titanic’. “Está muy bueno, muy rico y súper lindo”, fue la evaluación de Contreras. En la entrevista privada, Sonnia dijo que sí le gustaría se salve Victoria, porque nunca han peleado, ni han tenido inconvenientes.

A continuación siguió Santiago con ‘Motequita’ (una contracción de mote con Cuenquita ), mote con espuma aire de mote y caldo de mote pata, para su restaurante Motes del morlaco. El jurado encontró que los sabores eran redundantes y el cerdo que acompañó la receta un poco seco.

A él le siguió Alexandra, quien presentó un solomillo con puré de coliflor y espuma que bautizó Achiote, dentro de su restaurante Las carnes de la Diabla. Ella fue la única que aplicó las técnicas del chef Daniel Contreras, quien alabó su puré, pero en cambio criticó su espuma. El resto estaba muy bueno, acordaron los jueces. “No es su mujer plato, pero rico”, sentenció Rausch.

Finalmente pasó Jamil a ser evaluado, con su propuesta Umami Bomb, que preparó con agnolotis rellenos de calabaza con salsa de reducción de caldo de shitake, para su restaurante Francesco y Salvatore. Su plato, una fusión japonesa italiana, está delicioso, le soltó Rausch, a la vez que le recomendó que no lo hubiera complementado con crocante, que no le aportaba.

Con este platillo, Jamil recordó un reto de pin del chef anterior que se disputó con Alexandra, en el cual justamente debieron replicar agnolotis. Jamil superó a Alexandra y desde ese momento, al parecer, su animadversión se disparó entre ellos. “Él piensa que es la octava maravilla, que es wow... Pobrecito”, manifestó la diseñadora gráfica en la entrevista privada.

En su deliberación, los críticos convinieron que la decisión de la eliminación se debía a los errores mínimos que ellos detectaron entre “los cuatro más fuertes” de la contienda, como señaló Rausch.

Para alimentar la tensión, en vez de indicar directamente el eliminado de la noche, los jueces primero nombraron a los que se salvaban de abandonar la competencia, en este orden: Victoria y Alexandra.

Entre Santiago y Jamil, finalmente la jueza Irene pronunció las palabras que todos estaban esperando: quién abandona las cocinas de Masterchef. Y ese fue Santiago. “Sí me da pena que se vaya, de los tres es el que mejor me cae... No tiene la culpa de ser amigo de la ‘Diabla’”, insistió Jamil en el último confesional del programa de hoy, mientras Victoria miraba a Santiago afligida desde el balcón, hasta que se puso a llorar. (E)