Andrés, Kléver, Ana, Daniela, María José, Wilson, María Laura, César y David son los nueve participantes aún en competencia en MasterChef Ecuador (Teleamazonas, 21:00), después de que el jueves pasado Ernesto quedara eliminado.
El programa de este viernes comenzó con la caja misteriosa, que repartió entre los cocineros los ingredientes necesarios para preparar distintos tipos de frituras, acompañadas de dos salsas, para lo cual tenían solo 20 minutos.
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Wilson se sorprendió de que tengan tan poco tiempo para cumplir con el reto, por lo que, al igual que sus compañeros, se apuró corriendo para tomar los utensilios.
Los principales elementos asignados fueron verde (David), camarones (Daniela), atún (Kléver), wantán (César), pescado (Andrés), calamar (Wilson), papa (María José), milanesa de chancho (Ana) y chile (María Laura).
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Curiosamente, Daniela, quien admitió que nunca come platillos con frituras, fue la ganadora de este primer desafío al cocinar unos crujientes camarones en tempura con salsa de miel y otra de mayonesa. Su premio fue subir al balcón, pero antes tuvo como ventaja armar las parejas que cocinarían juntas para el segundo reto, el cual sería de creatividad.
Daniela, quien abiertamente se encuentra aliada con María José y Ana para intentar eliminar a los concursantes varones, y así lograr que las tres puedan disputar la final, escogió a Kléver y Wilson como la primera pareja, confiando en que las disputas que ambos han tenido los lleven a fracasar en la elaboración conjunta de su plato.
Las siguientes parejas establecidas fueron César y David, María José y Ana (para supuestamente beneficiar a su alianza), y María Laura y Andrés.
El reto dio 50 minutos para que prepararan interpretaciones creativas de dos platos muy típicos de la cocina ecuatoriana: el caldo de pata (asignado a las dos primeras parejas) y el seco de chivo (para la tercera y la cuarta), para lo cual previamente recibieron una clase magistral de prestigioso chef quiteño Henry Richardson.
Los ojos estaban puestos en cómo congeniarían Kléver y Wilson, quienes supieron dejar de lado sus conflictos anteriores para concentrarse en cocinar –con muy aceptable camaradería– un plato que denominaron ‘choque de energías’, haciendo referencia al fuerte carácter de ambos, según explicaron a los jueces.
Este platillo, que consistió en majado de mote con caldo hecho salsa y chicharrones de pata, fue bien recibido por Irene, Carolina y Richard (Jorge Rausch no participó en esa degustación), aunque detectaron ligeras fallas, como la ausencia del sabor esencial del caldo de pata, comentó Irene.
César y David también trabajaron teniendo como base el caldo de pata, producto que generó una especial dificultad al momento de cocinarlo, ya que siempre sintieron que les quedaba duro. Por ello lo finalizaron con soplete.
Superado ese contratiempo, presentaron la ‘pata de Picasso’, tal como denominaron a una espuma hecha con mote, además de crocante de mote, pata y salsa hecha con el caldo. Aunque el emplatado fue criticado, y hubo cierta ausencia de sabores, salieron medianamente bien librados ante el jurado.
Los mayores elogios fueron para María Laura y Andrés, quienes con su ‘Zapotal 2.0′ (nombre que rinde homenaje a la capital nacional del seco de chivo, en la vía a la costa) crearon unas croquetas de puré de maduro rellenas con la carne del chivo, acompañadas de la salsa del seco. ¡Fue un éxito lleno de creatividad y sabor que les permitió ganar el reto y subir al balcón!
Todo lo contrario ocurrió con Ana y María José, quienes a pesar de la buena química que mostraron trabajando juntas fracasaron con su ‘ruta del Guayas’, cuya inspiración nació para enlazar simbólicamente El Empalme y Guayaquil, poblaciones nativas de cada una, respectivamente, pero que finalmente las llevó derechito a la sala Wilson con sus mandiles negros. ¿La razón? Este platillo con cocolón, jugo de seco, aguacate y carne de chivo (seca) mostró poca creatividad, luciendo simplemente como un seco emplatado de manera distinta.
Desde el balcón, Daniela se lamentaba de que la estrategia de juntar a sus dos amigas no haya dado el resultado deseado. Ambas ya tienen su boleto asegurado para el reto de eliminación. (I)