Los momentos más importantes del final de ‘House of the dragon’

La última vez que estuvimos en Desembarco del Rey (King’s Landing), Viserys murió y Aegon II se convirtió rápidamente en rey, dejando por fuera a Rhaenyra y los Hightowers pensando que sus actos no traerían consecuencias. Pero el final de temporada, que llegó este domingo 23 de octubre, ya sentenció lo contrario: el karma llegará en la siguiente entrega de La casa del dragón, prometiendo solo sufrimiento de ahora en adelante.

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Así como en el capítulo anterior vimos a Alicent Hightower y a su padre Otto trabajando para coronar a Aegon II, en ausencia de Rhaenyra Targaryen, ahora observamos todo desde el punto de vista de Rhaenyra, y los suyos, lejos de los Hightower. El décimo episodio de la serie de HBO, y el último de la primera temporada, cumplió con algunas predicciones que veían venir los ultra fanáticos de esta puesta en escena, como en efecto lo fue la ausencia de Olivia Cooke, Alicent, en el programa de hoy.

La historia comienza en Rocadragón (Dragonstone), donde se albergan Rhaenyra, ahora llamada ‘la reina negra‘ (como el título del episodio), Daemon y sus hijos. Rhaenys llega a la fortaleza ancestral de la Casa Targaryen para informarle a la princesa que su padre el rey ha muerto y declara una de las frases más importantes del episodio: la batalla por el trono no la debe iniciar ella, aunque da a entender que llevará la pelea lo más lejos que pueda, junto con el reaparecido Lord Corlys Velaryon, la Serpiente Marina, quien dispuso de sus flotas para la nueva reina.

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La muerte de Viserys impacta a Rhaenyra hasta inducirle el parto (su tercer hijo con Daemon y el sexto en total). Mientras lucha por dar a la luz, le da la mala noticia a sus hijos mayores Jacaerys (Jace) y Lucerys (Luke). En tanto que Daemon solo conspira para la guerra, en contra de los deseos de su sobrina esposa. Hasta ahora no sabemos si sus motivaciones son más que personales, como han sido en otras ocasiones. Por lo que la visión de los fanes hacia el príncipe se vio desafiada en gran medida esta noche: no sabemos si entenderlo o repudiarlo.

A continuación dos escenas en este momento se vuelven memorables por sus efectos contrarios: primero un poco de aversión por el aborto espontáneo que sufre Rhaenyra, que imita el sangriento sufrimiento de su madre Aemma cuando muere al parir a su hermanito, que también fallece, en el estreno del dramatizado; y luego la fascinación que provocó la iluminación con fuego de la mesa de guerra, un efecto que seguro será replicado en la vida real por más de un fanático de esta puesta en escena de la obra de George R. R. Martin.

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Mientras el equipo de Rhaenyra, los Negros, discute las casas que les hacen falta como aliadas (Stark, Arryn, Lannister y Baratheon), Daemon cuenta los dragones a las órdenes de su causa, 13, en contraste con los cuatro disponibles para los Verdes, como llaman a los compinches de los Hightower.

Aunque Alicent no estuvo presente en el final de la temporada, sí Otto Hightower, quien aparece en Rocadragón para entregarle un mensaje entre líneas a Rhaenyra, pero muy importante: Alicent no quiere perder su amistad en medio de la disputa por el trono. Y el mensaje para los televidentes es claro: ninguna de las dos lideresas desea derramar sangre, aunque ninguna quiere rendirse ante los designios de la otra.

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“Cuando los dragones van a la guerra, todo arde. No deseo gobernar sobre cenizas y huesos”, advierte Rhaenyra a su familia más tarde esa noche. Los fanáticos de Juego de tronos recordarán que Daenerys hizo exactamente eso en el controvertido final de dicha serie.

Rhaenyra desea evitar ese mismo destino. ¿Lo logrará?

La duda surge cuando Jace es enviado al Norte a lomos de dragón para pedir el apoyo de las Casas Arryn y Stark, mientras que Luke es enviado a Bastión de Tormentas para discutir una alianza con Lord Baratheon. Rhaenyra hace jurar a sus hijos que no lucharán en esta misión, sino que solo servirán como mensajeros. Para uno de los dos, estas fueron sus últimas palabras.

Luke ve a la enorme dragona Vhagar en Bastión de Tormentas, lo que significa que Aemond también está allí. A pesar de eso, sigue adelante con el plan de su madre y encuentra a Lord Baratheon, pero él ya aceptó la alianza de Aemond.

Mientras Luke intenta escapar bajo la lluvia torrencial, Vhagar se abalanza sobre su cabeza. Aparentemente en contra de los deseos de Aemond, Vhagar muerde al niño y a su dragón, matándolos a ambos en un instante.

Si Rhaenyra no quería ir a la guerra, lamentablemente al final le dieron una razón personal para hacerlo, como lo confirma al ver fríamente la cámara en primer plano, hasta que la pantalla se oscurece, como su raciocinio, en el final de la primera temporada de La casa del dragón. (E)