El peor día en la vida de Will fue cuando su queridísimo abuelo lo llevó de paseo al desierto que, décadas atrás, había cruzado como migrante mexicano rumbo a Estados Unidos. Resultó ser el momento más triste porque allí mismito, de pie sobre la arena caliente, el hombre que lo había criado murió en sus brazos de un ataque al corazón.
La mayor herencia que le dejó es una pequeña libreta que contenía una petición conmovedora: viaja a Ciudad de México y aprende a vivir.
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Dime cuando tú, título que proviene del pegajoso estribillo de la canción Querida, de Juan Gabriel, es una comedia romántica mexicana con el protagonismo del actor que dio vida al inolvidable Hugo Sánchez de la serie de Netflix Club de Cuervos (2015-2019). Jesús Zavala ahora caracteriza a Will, también conocido como Guillermo, un joven mexicano-estadounidense que reside en Los Ángeles sumergido por completo en el trabajo. Luce con baja autoestima, habla en voz baja, no tiene amigos, jamás ha tenido novia y su única preocupación es mantenerse conectado a su carrera profesional incluso en casa, a través de su celular.
Esa actitud introvertida era la gran preocupación de sus abuelos (su abuela es la mismísima Verónica Castro), quienes lo acogieron desde pequeño cuando sus padres murieron. Ahora, Will decide realizar todas las actividades que su abuelo, ya fallecido, le había dejado anotadas en aquella libretita, para lo cual hace una pausa en su vida laboral y así mudarse temporalmente a Ciudad de México a disfrutar la aventura de conocer lugares turísticos, hacer amigos y vivir nuevas experiencias, como emborracharse con mezcal y cantar con un mariachi.
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En ese proceso de descubrimiento conoce a Dani, una guapa aspirante a actriz de espíritu libre y espontáneo (ni siquiera tiene celular) que con una dramática cuota de sobresaltos, celos y desengaño lo ayuda a encontrar el camino que sus abuelos habían soñado para él.
Pero antes, el emocionalmente indefenso Will, que a veces luce como un pájaro mojado bajo la lluvia, aprende a arriesgarse sobre todo para intentar cumplir la última petición de su fallecido abuelo en ese pequeño cuaderno: “enamórate”. (I)