Manuco es un anciano que se niega a sumergirse en los ‘males’ de su edad; en su lugar, prefiere celebrar la vida y pensar en cualquier ocurrencia para salir de la rutina. Este personaje, creado e interpretado por el actor Lucho Mueckay, estará contagiando de alegría a las personas que se den cita en el monólogo de humor ¡Quién me quita lo bailado!, que se presenta desde hoy en La Bota.
“Manuco llega escapado del hospicio y cuenta cómo es la vida de penurias, de tristeza, de abandono sobre todo que viven los ancianos. (...) El personaje siempre hace esa perspectiva de que los ancianos tienen derechos y tienen que ser considerados como parte del núcleo de la familia”, cuenta sobre este simpático de la tercera edad, que constantemente anima a sus amigos del ancianato con música, deportes o aeróbicos y hasta con fiestas de cumpleaños. “Manuco es un guayaco que no se deja vencer por el hastío”, afirma.
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Manuco es un personaje que fue abandonado en contra de su voluntad en un asilo, algo que el propio Mueckay percibió en una visita que hizo un Día del Padre en un hospicio, cuando se encontró con la soledad y el olvido con el que algunos ancianos viven sus últimos años. “Este monólogo surgió como un gran deseo. Una vez fui a un hospicio como invitado por un canal, y juro que, si había dos o tres ancianos que estaban acompañados en el Día del Padre, era mucho (...). Cuando llegué y empecé a jugar con ellos, a compartir humor, me di cuenta de que, aunque en ese momento les estaba alegrando la vida, debía haber un mensaje para el público, y allí fue cuando decidí hacer ¡Quién me quita lo bailado!”, relata.
Mueckay afirma que proviene de una numerosa familia donde los adultos mayores eran cuidados y respetados. “Si tienen un viejo o una vieja en casa, disfruten con él, pregúntenles, pasen tiempos lindos y de calidad con ellos... Vuelvan a los cuentos, a las anécdotas”, aconseja.
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Revela que él mismo se está preparando para su propia vejez, a la que dice no temerle en lo absoluto. “De una u otra manera, aquellos textos que el personaje dice al público me recuerdan que no le tengo miedo a la vejez. (...) A lo que sí le tengo miedo es a llegar a una edad y ya no ser tan hábil, tan diestro y no haber hecho lo suficiente, de no haber podido legar todos mis conocimientos (...). Pero tampoco me angustio, porque una de las cosas que uno aprende con la vejez es saber tomarse las cosas con calma, ya no con la desesperación de cuando uno era joven”, expresa.
Un homenaje a su propio padre
Mueckay dice que Manuco es producto de una serie de personajes que vio a su alrededor, pero hay uno en especial al que deseó rendirle homenaje, a su papá. Con él tiene una experiencia en particular: nunca estuvo de acuerdo con el oficio de actor. “Él quería yo fuera médico porque era parte de una de sus frustraciones”, cuenta el artista que se formó en una universidad de México.
A pesar del rechazo de su papá, éste nunca se perdió ninguna de sus funciones, a pesar de la enfermedad que lo invadía. “Fue como un proceso de hacer las paces, porque nos habíamos peleado bastante”, dice.
Antes de morir, su padre dejó un mensaje que reconfirmaba la admiración hacia su hijo. “Había dejado un mensaje con una de mis hermanas, que decía: el artista es el que va a cuidar a tu mamá”, recuerda.
“No lo pude despedir personalmente, pero yo ya me había despedido en cada presentación de los teatros donde él iba a verme”, acota.
Las funciones de ¡Quién me quita lo bailado! son este jueves 15, viernes 16 y sábado 17 de junio a las 20:00. Las entradas tienen un costo individual de $ 20 ($ 30 en pareja) y se encuentran a la venta en la boletería de La Bota o por medio de la línea de WhatsApp 099-112-7290. (E)