Cada 21 de septiembre las redes se llenan de ramos amarillos. Lo que empezó como una tradición popularizada por la telenovela Floricienta hoy se convirtió en una costumbre compartida en distintos países y que ya tiene eco en ciudades ecuatorianas.
El gesto consiste en regalar flores amarillas a amigos, parejas o familiares como símbolo de cariño y buenos deseos. Los ramos más comunes incluyen girasoles, gerberas, margaritas y crisantemos.
Aunque la fecha coincide con el equinoccio, en Ecuador no marca el inicio de la primavera. Sin embargo, la tendencia se afianzó gracias a la música, la televisión y, más recientemente, a plataformas como TikTok e Instagram.
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En las calles de Guayaquil es posible encontrar arreglos sencillos desde un dólar, mientras que algunos emprendedores ofrecen versiones más elaboradas con chocolates o peluches en tonos amarillos. Lo cierto es que cada año más personas se suman a esta celebración que mezcla cultura pop y expresiones de afecto. (E)