Mucho se ha dicho de los supuestos simbolismos que aparecen en el último video de Shakira, Copa vacía. En el clip, que tras un mes de estreno registra más de 54 millones de reproducciones en YouTube, la cantante colombiana aparece como una sufrida sirena de cabello rosado que es abandonada y olvidada en las rocas mientras llega al rescate Manuel Turizo, su compatriota que también colabora en la melodía.
Apenas diez días antes del lanzamiento (el 19 de junio), Shak y Turizo aseguraron a los fanáticos: “Hicimos una película”, compartiendo un póster de Shakira en el papel de sirena y Turizo como el príncipe. Evidentemente, lo hicieron.
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La intérprete recuerda con mucho cariño esta colaboración, tal como lo demostró en un segmento extendido de la especial entrevista que Alejandra Espinoza le realizó para Primer impacto (Univisión), donde habló de sus canciones, su fundación y los desafíos superados.
Cuéntanos sobre esta colaboración: ¿cómo surgió?
Es una canción que escribí el año pasado. Es una canción muy personal y que he estado reservando para compartirla en un momento especial. Pensé en Manuel Turizo por su voz, por la calidad de su voz, por la profundidad de su voz, porque quería un tono grave en la canción. Quería un acompañante que tuviese una voz muy masculina, y me parece que Manuel es así. Y además me enorgullece también compartir esta canción con alguien de mi tierra, de la misma región en la que pertenecemos los dos, que es la costa colombiana, el Caribe colombiano. Y me encanta estar en compañía de alguien como él, que además es un profesional y es un divino y es una gran persona.
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El video de Copa vacía es muy ambicioso. ¿Tienes alguna anécdota que deseas compartir?
Sí, Copa vacía es un vídeo que nos tomó mucho tiempo no solo en realizar, sino también en conseguir; que requirió de muchísimo esfuerzo, detalles, una gran inversión de tiempo. No fue nada fácil. Además, porque no pude casi que usar las piernas durante todo el vídeo, estaba cargando una cola que pesaba unas 25 libras. Esa es la cola de la sirena. Era todo un desafío. Fue un rodaje muy largo. Manuel fue todo un profesional; no se quejó en ningún momento, a pesar de las largas horas que estuvimos trabajando. Estuvo bajo el agua, estuvo debajo de una cascada de agua fría. Le habíamos prometido que iba a estar calientita el agua, pero no sé qué pasó, el agua al final estaba congelada. Pero él ha sido todo un campeón y no se ha quejado en ningún momento y ha trabajado hasta el final.
Una de las cosas que sucedió, que no esperaba al menos yo, aunque Manuel ya me lo había advertido, era que se iba a romper la pecera. Yo le decía que no, esto es perfecto, tenemos unos estándares de seguridad, a prueba de bala. Dicho y hecho, lo que me había dicho, lo que había vaticinado, y se rompió la pecera. Se empezó a inundar el set y me tuvieron que sacar de ahí como sea, que no fue nada fácil, porque estaba con la cola de sirena. Me tuvieron que acercar una grúa y sacarme con el columpio, y de ahí, sálvese quien pueda. Menos mal que se quedó en una anécdota y estoy aquí para contarlo (risas).
¿Cómo te mantienes fiel a tu identidad mientras experimentas con nuevos estilos y colaboraciones?
Pues con honestidad, siendo fiel a mí misma, a mis deseos, a mi libertad personal y artística. Como dice la canción: “Hace rato tengo sed”. Sigo teniendo mucha sed y mucha hambre, también, de saber, de conocer, mucha curiosidad. Y eso es lo que quizás me mantiene explorando nuevos ritmos, explorando nuevas fusiones, nuevos sonidos y escribiendo, queriendo juntarme también con otra gente, hacer colaboraciones, que siempre es como una inyección de energía a la carrera de uno mismo y a las ganas de seguir haciendo cosas.
¿Cuál ha sido tu experiencia más memorable al interactuar con tus fanes?
Uno de los momentos que no olvido jamás es regresar a los escenarios después de que tuve el accidente de las cuerdas vocales, encontrarme con mi público y saber que estaban ahí esperándome fue tan emotivo. Siempre han estado ahí en los momentos más difíciles de mi vida, han estado ahí acompañándome, apoyándome, defendiéndome, protegiéndome. Creo que tengo los mejores fans del mundo. Estoy convencida de eso, no tengo ninguna duda. (E)