El romance en la Gran Feria de Guayaquil estuvo a cargo de Luis Fonsi este sábado 11 de octubre. Coreando sus hits No me doy por vencido, Nada es para siempre, Imagíname sin ti en concursos realizados por los animadores, los asistentes al recital en el parque Samanes fueron calentando su voz y los ánimos para la cita romántica. Finalmente a las 21:10 el artista boricua saltó al escenario de la concha acústica en el parque, al ritmo de Corazón en la maleta y Pasa la página.

En su saludo al público, el intérprete reafirmó que la velada sería de romance y música cortavenas, dividiendo su repertorio entre sus temas más antiguos , hasta los más actuales y, finalmente, los más movidos. En efecto continuó con Imagíname sin ti, Nada es para siempre, Llueve por dentro, Yo no me doy por vencido, Aquí estoy yo.

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La promesa de Fonsi para la noche además incluyó baile, cuando entonó Santa Martha, Échame la culpa, Imposible, Date la vuelta, Bésame, Apaga la luz, Por una mujer, Marbella. Incluso se atrevió a presentar su propia versión, con coreografía, del icónico himno de Whitney Houston, I wanna dance with somebody.

Por supuesto para cerrar su participación Luis Fonsi escogió como encore sus inconfundibles canciones Calipso y Despacito, cerrando su espectáculo de casi hora y media.

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El despliegue de rumba de Fonsi dejó elevado los ánimos para el turno del merengue que trajo consigo Wilfrido Vargas para esa noche, al marcar las 23:50.

Mientras que el primero hizo agolpar a los fanáticos al pie del escenario, el merenguero logró lo contrario. Su ritmo casi que obligó a todos a situarse en espacios más abiertos y cómodos, haciendo que se esparzan en toda el área VIP, para poder bailar a sus anchas (algo que no hubieran podido cumplir si hubieran hecho lo anterior con el primer artista).

Además de activar los pasos que nunca pasan de moda, el maestro dominicano hizo interactuar al público con dinámicas que complementaron las interpretaciones de sus canciones más famosas, entonadas por sus coristas, mientras él tocaba la trompeta e intercalaba con la armónica.

En su catálogo no faltaron los inolvidables Qué será lo que quiere el negro, Qué hiciste abusadora, El baile del perrito, Volveré, El baile del mono, Bachata merengue, El comején, y El hombre divertido. (E)