Tres días y 36 bandas esperan al público en el Quito Fest 2025, que llega a su vigesimosegunda edición con nombres como Orishas de Cuba, Guanaco de Ecuador y Los Amigos Invisibles de Venezuela.
“Son doce bandas internacionales, doce nacionales invitadas y doce escogidas por un proceso de eliminatorias públicas”, explica el organizador Rodrigo Padilla, a pocos días de abrir las puertas del parque Bicentenario de Quito, que alojará este encuentro musical el 28, 29 y 30 de noviembre, de 14:00 a 22:30.
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Padilla no duda en llamar a este “uno de los festivales más importantes del Ecuador y un referente latinoamericano”, señalando que, a pesar de que las bases convocan a bandas nacionales, han tenido aplicaciones de otros países.
Es cierto, el público tiene sus exigencias, sus favoritos, pero enfatiza en el costo de reunir a esas 36 agrupaciones, las joyas de esta edición cuya lineup se ha estado elaborando desde agosto.
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“Hacemos un proceso de curaduría bastante extenso. Hay que ver a todas las bandas”. En la selección participaron jurados locales y también un juez mexicano, un argentino y una colombiana. Se llegó a un grupo de 45 bandas que se midieron en el escenario, en espectáculos gratuitos, y así se llegó a las 12, esto es:
- Diablo Huma Rock
- Diego y los Gatos del Callejón
- Eblis Desperation
- Gianny
- Hananki
- Iván Pino y los Nosotros
- Kev Santos Band
- Luis Alcívar
- Melinna
- Menino Gurro
- Muy Valen
- Tam Tam
Se complementan con grupos de carrera consolidada en Ecuador, como Guardarraya. “Y las bandas internacionales responden a la disponibilidad de fecha y presupuesto”. De hecho, la cartelera este año fluctuó hasta que se pudo decidir una fecha para el festival. En el caso de Los Amigos Invisibles, fueron huéspedes del Quito Fest en 2008 y han vuelto.
Seguridad en el Quito Fest: ¿qué sucedió en 2024?
La Policía Nacional y la Policía Metropolitana de Quito tendrán representación en el Quito Fest, además de un equipo de seguridad privada que va a trabajar en el cacheo de rigor a la entrada.
“Tenemos mucho control de lo que sucede ahí. Es libre de alcohol y de muchísimas situaciones. Llevamos veintidós años haciendo este festival y nunca hemos tenido un incidente”, afirma Padilla, insistiendo en que es una experiencia familiar a la que son bienvenidas todas las generaciones, desde los fanáticos de Siddartha (México), que es un grupo relativamente nuevo, que gusta más a la gente joven, y a la Bersuit Vergabarat (Argentina), que es una banda que atrae a un público mayor.
“¿Qué es lo que sucede? Que la gente sabe a lo que va al festival, ya tiene una cultura de festival", asegura.
En la edición del Quito Fest 2024, el despliegue de un grupo de hiphop incluyó la simulación de ahorcamiento de una figura de cartón. El Ministerio de Cultura publicó un comunicado en el que señaló que “los espectáculos públicos (...) no deben ser utilizados para fomentar el odio y la división entre ciudadanos”. El alcalde quiteño Pabel Muñoz, por su parte, expresó que “no caben procesos de censura” y se declaró “respetuoso de los procesos culturales”.
El Quito Fest, dice Padilla, no tiene que impulsar ni aprobar nada. “Lo único que hacemos es poner un escenario. Cada artista es libre de expresar lo que quiera. Yo no tengo por qué meterme en absolutamente nada. Cada artista firma un compromiso: es responsable de lo que diga, de lo que haga”. Argumenta que ningún festival del mundo da lineamientos a los artistas. “Somos adultos y cada adulto es responsable de sus actos. Ni favorecemos ni prohibimos absolutamente nada. Las acciones de cada banda —reitera— son responsabilidad de cada uno de los integrantes”.
En cuanto al público, las recomendaciones son: “Lleva ropa para lluvia, lleva zapatos impermeables, porque va a llover”. Los accesorios metálicos deben ser mínimos. “Trata de conseguirte un cinturón que no tenga hebillas muy grandes; esa es una disposición de las autoridades”.
‘Merchandising’ del Quito Fest ya está a la venta
Este año, el festival ha hecho una alianza con una empresa de alimentos que va a proveer la comida y bebidas los tres días. Un porcentaje de ese ingreso irá a una obra social que está por revelarse.
La Secretaría de Salud de Quito también llevará una actividad para el público, y otras empresas privadas tendrán estands.
Por supuesto, no pueden faltar los puestos de mercancía de las bandas y el del Quito Fest, donde destaca la camiseta, obra de la marca ecuatoriana Orito.
No solo eso, hay un hoodie (abrigo con capucha) y tote bag (bolso de tela) que, tal como la camiseta, están a la venta en puntos físicos de Orito y también en línea.
Además, se ha inaugurado la primera muestra fotográfica que narra la historia del Quito Fest desde 2003 hasta 2024; esta colección se ha montado al Museo de la Ciudad, y estará expuesta hasta enero de 2026; desde ahora ha pasado a ser propiedad de la Fundación Museos de la Ciudad.
Entre los planes para el próximo año está hacer un documental y un fanzine colaborativo con el público, para contar las historias de estas veintiuna convocatorias. Serán las anécdotas de los quiteños pero también de los guayaquileños, ambateños e ibarreños que llegan en tours a la capital en estas fechas.
La entrada es gratuita; pero, para quienes quieren ahorrarse unos minutos de fila, se repetirá el requisito de 2024, en que se abrirá una puerta exclusiva para donantes de alimentos no perecibles, un proceso que lidera el Patronato del Municipio de Quito.
“El año pasado (Quito Fest) logró levantar, junto con otras iniciativas, más de 9.000 canastas que llegaron a más de 34.000 personas de escasos recursos en la época de Navidad. Así que el festival es una muestra de solidaridad, es una muestra de música, es una muestra de crecimiento, de cultura y de convivencia con respeto”.
Se reafirma en que lo que hacen es “democratizar la cultura”. “No es tan fácil para las personas de escasos recursos acceder a ver a 36 bandas”. (E)