Parcels es una banda australiana que ha roto la barrera del, a veces, intolerable sector de la música indie y se ha vuelto un fenómeno mundial en los últimos cinco años.

En la aventura de buscar oportunidades y un futuro en la música, lograron discreta popularidad en Francia, lo cual llevó a que su sencillo Overnight (2017) fuera coproducido junto con el legendario dúo de música electrónica Daft Punk, ganando mayor notoriedad en la escena musical de ese país, para luego migrar a otros lugares en Europa.

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En 2018 publicaron su álbum homónimo, que llegó cargado con éxitos como Tieduprightnow, Lightenup y Bemyself.

Parcels es un grupo australiano de electropop compuesto por Louie Swain, Patrick Hetherington, Noah Hill, Anatole Serret y Jules Crommelin. Foto: Drew Wheeler

Luego de más de diez años como agrupación, un sonido orientado hacia el funk, la música electrónica y una particular forma de escribir los títulos de sus canciones, Parcels ha sido activo fijo en varios de los festivales más importantes del mundo, como Lollapalooza, Glastonbury, Coachella y, en Latinoamérica, el Estéreo Pícnic.

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En una conversación exclusiva con Diario EL UNIVERSO, Noah Hill, su bajista, habló sobre los años que estuvieron radicados en Berlín (Alemania); cómo se siente con respecto al lanzamiento de LOVED, tercer álbum de estudio (que tomó cuatro años de preparación, teniendo como antecesor a Day/Night, de 2021), estrenado en este septiembre; el curioso origen de la tipografía en los nombres de sus temas y cómo fue tocar por primera vez en países de América Latina.

¿De dónde viene este característico sonido de Parcels?

Bueno, supongo que viene de nuestros primeros intentos de hacer música electrónica con instrumentos cuando teníamos 17 años, tratando de descifrar Logic Pro (software de edición y grabación de audio), y, a su vez, de la química que tenemos como una entidad. En algún punto, también intentamos hacer folk, cantando con armonías de voz, y eso nos ayudó a ser más ordenados y manejar matices, que creo que es algo clave para nuestro sonido e identidad. Las influencias del soul y disco que teníamos por algunos amigos. Creo que es una buena mezcla entre todo eso.

Soy productor musical y creo que Logic Pro es algo complicado…

¿Te parece? (entre risas). En estos tiempos, creo que cada D. A. W. (digital audio workstation, estación digital de trabajo de audio, que es el término con el que se denomina a los softwares de edición y grabación) tiene sus ventajas y desventajas; cada uno te abre la puerta a distintas oportunidades. Algunos son más minimalistas, otros más amigables y otros más recursivos.

¿Cuánto tiempo estuvieron en Berlín? ¿Siguen ahí?

Yo regresé a vivir a Australia, aunque en este momento estoy en Londres. Estuvimos cerca de ocho años radicados en Alemania; tres de los chicos siguen allá (Louie Swain, Patrick Hetherington, Toto Serret). Jules Crommelin y yo estamos de vuelta en nuestro país. Pero, luego de todo el esfuerzo que hicimos al inicio, podemos estar en una nueva etapa de la banda en la que cada uno desarrolla su estilo de vida y nos juntamos para componer y grabar nuevas ideas.

Parcels ha sido activo fijo en varios de los festivales más importantes del mundo. Foto: Marina Monaco

Berlín ha sido genial para nosotros en estos años; tenemos muchos amigos allá y logramos establecer nuestro público. Nos inspiró mucho en cuanto a la cultura de la música dance y los clubes. Es agradable tener un hogar en Europa cuando sea que queramos ir.

¿Por eso decidieron ir en un principio?

No, en realidad decidimos ir porque era bonito y barato (entre risas). No sé, en Australia hay una especie de reputación alrededor de Berlín; mucha gente va para allá y termina quedándose. Encontramos eso atractivo y logramos adaptarnos rápido a la cultura y a las costumbres locales.

Aquí en Latinoamérica se dice que parte del acento ecuatoriano se caracteriza por hablar muy rápido… Esto me parece muy similar a la forma en la que escriben los títulos de sus canciones. ¿Por qué decidieron hacerlo de esta manera?

Más que una decisión, fue una necesidad (entre risas). Cuando empezamos a hacer los demos de nuestro primer EP, usamos una vieja laptop de Patrick (Hetherington) que tenía dañada la barra espaciadora; básicamente, no funcionaba. Entonces, tuvimos que escribir todas las palabras sin espacios.

Luego de eso, nos dimos cuenta de que en realidad nos gustaba. Tenemos la idea de que, si algo en particular nos gusta, debemos aferrarnos a eso. Ahora se ha vuelto algo característico… Ese tipo de cosas ocurren por accidente la mayor parte del tiempo. Aunque a veces no tengan explicación, creo que logré explicarlo en este momento (entre risas).

Era algo que solo debía pasar…

Si quieres ponerlo de esa manera, sí. Estábamos destinados a que esa barra espaciadora no funcione (entre risas). Más que nada, creo que es un sentimiento; si algo te gusta, continúa haciéndolo. Los demás entenderán que es gracioso o interesante.

Este mes se estrenó LOVED, el tercer álbum de estudio de Parcels. ¿Cómo te sientes al respecto?

Siéndote un poco honesto, me siento un tanto desconectado… Desde el proceso de composición hasta el lanzamiento ha pasado mucho tiempo y fueron jornadas arduas, algo desgastantes. En este momento, mi cabeza está pensando en otras cosas, en hacer nueva música, por ejemplo. Pero el otro día volví a escucharlo y me gustó mucho. Me siento muy orgulloso del trabajo que logramos. Los lanzamientos suelen tener este aura que te anula la emoción, porque en tu cabeza es como si el disco ya estuviera disponible y a la venta, pero luego recuerdas que aún nadie lo ha podido escuchar; sin embargo, sé que a la gente le va a gustar LOVED y eso me pone muy contento.

Escuchándolo, me parece que mantienen su esencia, pero también suenan un poco más cálidos y maduros, no siempre tan funky o disco. ¿Crees que algo ha cambiado en ustedes o su proceso creativo?

Sí, creo que tenemos más confianza. Antes solo teníamos fe ciega en cuanto a lo que sentíamos que era lo mejor; hablando de lo que sonaba mejor, lo que pensábamos que era mejor en las grabaciones, el registro de voces, los instrumentos, lo que se siente más auténtico, esas cosas. Para este álbum ya tenemos la experiencia suficiente en esos aspectos, sabemos cómo conseguir esos sonidos y trabajamos lo suficiente para lograrlos como banda. Sabemos hacer algo que valga la pena. Fue toda una experiencia.

¿Cuánto tiempo les tomó grabar este álbum?

Bueno, este ha sido el trabajo que más tiempo nos tomó… Grabamos en estudios en México, Francia, Alemania, Australia. Nos tomamos muchos meses tocando en distintos estudios y luego pusimos todo en revisión, solo para darnos cuenta de que nada servía (entre risas). Lo cual es nuevo para nosotros, porque antes solo pasábamos uno o dos meses en el estudio y elegíamos entre lo que se había grabado.

Ahora las sesiones de grabación son más relajadas. Elegimos una canción, hacemos arreglos, nos enfocamos en ella y, cuando sentimos que está lista, la grabamos. En el momento en que pensamos que tenemos la grabación perfecta, vamos a comer y la volvemos a grabar (entre risas). Siempre que pienses que tienes la canción finalizada, vuelve a grabarla una vez más y estarás contento.

Para LOVED han decidido tener algunas colaboraciones; entre esas hay un remix de Leaveyourlove junto con Ximena Sariñana y Rawayana. ¿Cómo decidieron colaborar con artistas latinos?

Cuando hicimos esta canción, Pat, Jules y yo estábamos escribiéndola en una playa de México, pasándola bien, mirando al mar divertidísimos, y empezó a tener esa perspectiva honesta y poco pretenciosa. No buscábamos hacer algo exagerado ni nada. Luego llegó el momento de pensar en la producción, las colaboraciones, todo eso. Entonces decidimos incluir a artistas que conocemos y que nos gustan. Nos pusimos en contacto y solo les pedimos que le den su toque.

Es mi canción favorita del álbum. ¿Cuál es la tuya?

Gran pregunta… La primera que viene a mi mente es Everybodyelse, que fue compuesta por Pat. Tiene una letra con la que me sentí muy identificado; es muy surreal. La capacidad de Pat de componer es muy prolífica. Habla un poco sobre cómo todo el mundo hace lo mismo y se está perdiendo la capacidad del individuo, mientras nosotros estamos viviendo un viaje colectivo increíble.

En los últimos años han podido viajar a Latinoamérica, que suele tener la mención de honor de ‘el mejor público en el mundo’. ¿Qué opinas sobre eso?

Creo que es cierto. La gente es salvaje. Me sorprende cómo cantan nuestras canciones sin parar. El público es tan increíble y enérgico que por momentos se vuelve aterrador; los nervios se ponen de punta (entre risas). En Argentina se siente cómo el piso retumba; una vez tocando ahí no entendíamos cómo las personas lograron tanta conexión con nuestra música. Siempre queremos volver, pero hay que estar mentalmente preparado para dar un buen show. (E)