Ella es la nueva figura favorita del público, no de todos, lo tiene claro, pero al menos de una comunidad significativa que la sigue en redes sociales (en TikTok tiene 1,9 millones de seguidores mientras en Instagram registra 1,1 millones). La guayaquileña Andreína Bravo reconoce que después de su participación en el reality turco El poder del amor, transmitido por Ecuavisa, su carrera tomó otro rumbo.

Varias fueron las puertas que tocó anteriormente en busca de oportunidades y no se abrieron. Ha sido criticada por su cuerpo, por su aspecto, por su forma de ser, incluso cuando ha decidido guardar silencio en situaciones polémicas en las que se ha visto envuelta. En todas ellas, asegura, han sido las palabras de su madre Irma Jara, el bálsamo que la ha ayudado a curarse internamente.

Después de un agitado 2021, vivir varios meses en Turquía, un breve, pero intenso romance que captó la atención de once países (localidades en la que fue transmitido el reality) y su lanzamiento como cantante solista, Bravo se afianza en la música con el estreno de un segundo sencillo titulado Medicina y la nominación, por primera vez, en la categoría promesa musical en los Premios Heat, que celebrará su ceremonia en junio entrante en República Dominicana.

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Su proceso

Convertirse en un talento de la pantalla chica nacional fue otro reto que se autoimpuso. Al ser hija única, sus padres -afirma- han sido protectores en extremo con ella. Esta situación también hizo que Bravo les demuestre que era autosuficiente.

“Mi mamá me cuida mucho y es mi mejor amiga y quería demostrarle que ya era grande, así que me puse a trabajar de mesera en Sport Planet, ganaba las mejores propinas. Como ya comenzaba a salir, compraba ropa para mí y mis cosas. Ser hija única es muy complicado porque tienes muchas expectativas de tus padres y preocupaciones, por eso me puse a trabajar. Después de eso tuve muchos conflictos con mi mamá porque no quería que trabajara porque yo estudiaba”, revela la artista. En esa época cursaba estudios de Economía que no terminó porque cambió de carrera y se inclinó por especializarse en Marketing digital.

Mientras estudiaba recibió la propuesta de sumarse al reality y aunque lo que ocurría fuera de cámara no era de conocimiento público para los televidentes o seguidores, después de cada programa, Bravo retornaba a su departamento para rendir exámenes y presentar deberes de la universidad, con la que se conectó de forma virtual. “Imagínate todo lo que me pasaba, después que grabábamos en el estudio, llegaba a hacer mi examen. Estaba estudiando así porque todo se manejaba de forma virtual. Ya estoy a nada de recibir mi título, solo me faltan unas clases y la tesis”, apunta.

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Ha sido bien complicada mi vida, no pienso que se me ha dado todo así por así, pienso que soy la favorita de Dios porque pese a las adversidades he alcanzado lo que deseo. A mí se me han cerrado muchas puertas, me han criticado, me han dicho que no es para mí, muchas veces ha influido mi peso y me ha dicho que me veo muy gordita, he pasado por bulimia en el colegio, he pasado por muchas críticas y personas que creen que uno debe ser perfecta. El cantante debe demostrar talento no solamente una imagen, y en el mundo de la televisión , aunque antes no era cantante, creen que uno debe seguir un estereotipo y no es así”, Andreína Bravo

Bravo asevera que después de una discusión fuerte con su progenitora y de escaparse de la casa (porque la habían dejado encerrada) se fue con un amigo para que lo acompañe a la audición de Combate.

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“Después que me llamó, me dije: por una vez en la vida voy a actuar rebelde y me voy a escapar, y me fui. No avisé a nadie y me hice la perdida. Cuando regresé la encontré llorando y triste, a mí se me pasó el tiempo porque tenía el celular apagado. Luego que hace el casting (mi amigo), me invitan también a hacer la audición y hasta conté chistes. Muchos se burlan porque cuento chistes malos o agrios, pero la gente no sabe que cuando mi abuelito estaba vivo, hacíamos competencia de chistes y yo buscaba contar los agrios porque le daba rabia que se rieran de los míos cuando los de él eran mejores. Lo hago para recordarlo a él. Fue Pili Navarrete quien vio en mí algo. Así entré al programa”, comenta Bravo.

El enojo de su madre desapareció cuando descubrió que su hija ingresó a la televisión, un sueño que ella también tuvo en su juventud. “Ella me apoyó desde el inicio, fue incluso mi primera inversionista cuando quise hacer música, en mi etapa de Libra (anterior dueto). A los dos días me dicen que quedé y fue ella quien me convenció de ir al programa pese a mis inseguridades”, cuenta sobre la producción en la que permaneció durante tres años y en la que compartió con Oana Chelaru, Dayanara, Eduardo Andrade, Michela Pincay (como presentadora).

La cantante Andreína Bravo está nominada a los Premios Heat. Foto cortesía : Guillermo Trujillo Instagram: @guillermotrujilloph . Dirección: García Goyena entre Chile y Chimborazo. TikTok: @guillermo.jpg Locación: Iguanazu hotel, ciudadela Cogra, mz. 1 villa 2, av. Carlos Julio Arosemena Tola, 3.5 Guayaquil. Contacto: 462-2523, 099-9867-968

‘De casa en casa’

El matinal de TC Televisión es su debut como presentadora. Su ingreso al espacio generó críticas por su inexperiencia en este campo, pero también movilizó a quienes creen que es necesario darle oportunidad a nuevos talentos para que la adquieran.

“Esto es un reto muy grande y como yo soy una mujer de retos vamos a darle con todo. Al principio decía: no, no me va a salir bien, yo no estoy tan preparada para esto, no he estudiado eso, he hecho cursos de dicción, siempre me ha gustado prepararme, he estado también en cursos de actuación, también estuve en coach para presentador, también en cursos de acento neutro. Siento que la mayor inseguridad de una persona viene de familia, y si ellos no te apoyan vivirás insegura y ellos creen en mí, más que yo misma. Fue un reto muy difícil, pero siento que esto me ha ayudado en mi desenvolvimiento escénico y en mi autoconfianza”, asevera Bravo, quien se siente la hermana menor del grupo.

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Reconoce también que aún tiene debilidades ,pero espera entre algunos detalles aprender a manejar con experticia el apuntador que utilizan todos los presentadores del espacio.

El canal la consideró también como talento para el programa concurso de baile Soy el mejor. Aquí baila por un caso social y comparte nuevamente con dos de sus excompañeros de reality, Renier Izquierdo y Elizabeth Cader.

“A mí me encanta bailar, me gusta mucho la música, y también sé que no solo sabe bailar el experto sino el que siente la música, pero en este mundo sí es un poco complicado, siento que si no me tomo las cosas de forma personal fluyes mejor. No sé si son muy estrictos conmigo, pero yo trato de dar lo mejor de mí y sorprenderlos”, menciona.

Su amistad o acercamiento a sus compañeros de competencia ha captado la atención de plataformas de farándula que cada cierto tiempo la vinculan sentimentalmente con uno de ellos. El actor guayaquileño Felipe Carrera Huerta, con quien asevera ha desarrollado una linda amistad, es uno de los ‘galanes’ que le adjudica la prensa rosa local.

“Al principio fue incómodo, pero aprendí que en el medio en el que estamos a veces dejamos de ser quienes somos y te conviertes en lo que hablan de ti y eso no significa que sea la realidad. Yo dejo que les juegue la mente y que crean lo que quieran creer mientras yo esté segura y consciente de lo que estoy haciendo. Y lo único que hay es una linda amistad, bien sincera, transparente y desinteresada. Puede ser que yo sienta más complicidad con Felipe porque él tiene un ángel, él es muy tranquilo y sincero. Y ahorita Andreína Bravo está enfocada en crecer y a veces no hay tiempo para el amor cuando uno está enfocada en el trabajo. No estoy diciendo que cierro mis puertas, pero un día a la vez y ahora estoy enfocada en crecer”, enfatiza.

Música

Su primer sencillo como solista, Bandolera, empezó a sonar mientras aún era participante del reality turco. Sus compañeros de entonces, así como la presentadora Vanessa Claudio, bailaban la coreografía del tema. Se volvió pegajoso el ritmo y cuando el videoclip estuvo listo, la mayoría de sus seguidores ya se sabían la letra.

¿Cuándo decidió que era el tiempo de volver a cantar?

Yo ya fui con un fin, en mi mente yo fui con el fin de exportar mi música. Sí me dije: voy a encontrar el amor, pero en realidad no fui con la idea de voy a enamorarme. Mi punto fue de ir a conocer personas de diferentes culturas, a los que iba a hacer amigos, conocer sus gustos, sus costumbres. Nunca pensé encontrar el amor allá, pero pienso que la vida sorprende de muchas maneras y todo pasa por algo.

Cuando haces algo que te hace sentir viva, descubres que eso quieres. A pasitos de tortuga, pero a la meta llego y comencé a hacer la canción hasta que yo me regresé. Cuando regreso y me botan de El poder del amor, mi mamá me dijo: ‘Andreína, recuerda que allá te llevó Dios. Tienes un propósito’. Y en medio de la depresión que me dio, ahí se define mi proyecto. Yo quería estar en mi cama comiendo helado, pero fue mi mamá quien me empujó a salir adelante, a no quedarme estancada.

Si ve en retrospectiva el camino recorrido y las experiencias vividas, ¿con qué se queda?

Han sido momentos muy difíciles, lindos, duros, pero todo ha sido un aprendizaje y siempre hay que sacar lo positivo del proceso porque eso te enseña a tener una experiencia y poder contarla y eso es lo que yo quiero, servir de inspiración a las personas que tengo alrededor para que puedan aprender un poquito de mí, porque en la vida uno no es perfecto, pero si se quiere se puede llegar a la excelencia.

Lo bonito con lo que me quedo son todas las personas que me apoyan. A veces yo digo, yo soy la hija de América Latina porque hay personas de Chile, de Ecuador, de Colombia, Panamá, Venezuela, que ni siquiera he estado ahí, tengo familia por todos lados y para mí eso es una bendición y gracias a la redes sociales se conectan con mi esencia.

Viajó a Turquía con una cuenta pequeña en redes sociales que creció durante su participación, eliminación y posterior regreso. ¿Qué importancia le da al respaldo que ha conseguido a través del reality?

Para mí El poder del amor fue una catapulta y una enseñanza en todos los sentidos, me hizo crecer como mujer, como persona, madurar, aprendí que a veces lo que temes expresar o mostrar por la opinión de los demás, te hace único y especial, eso aprendí yo en el reality, ser auténtico. También aprendí que muchas veces tenemos personas a nuestro alrededor que uno no las valora y estar lejos de mi casa, me enseñó a valorar cada minuto, porque un día puedes no tenerlos.

Andreína Bravo terminó sus estudios de marketing digital mientras era parte del reality El Poder del amor. La ecuatoriana rendía pruebas y presentaba tareas en línea, después de las grabaciones del programa. Foto cortesía : Guillermo Trujillo Instagram: @guillermotrujilloph . Dirección: García Goyena entre Chile y Chimborazo. TikTok: @guillermo.jpg Locación: Iguanazu hotel, ciudadela Cogra, mz. 1 villa 2, av. Carlos Julio Arosemena Tola, 3.5 Guayaquil. Contacto: 462-2523, 099-9867-968

A veces toca perder para ganar, de la crisis se viene el éxito o la cura, hay que aprender que todo pasará y pasa por algo. Cuando me eliminaron, todos me decían para qué vas a volver a ir, para qué vas a ir si vas a sufrir y yo me decía: yo decido cómo tomármelo y esto me lo tomo como una enseñanza, y en medio de la adversidad yo quería salir adelante, yo lo veía como un reto y para mí, ir y que todo el mundo me vea de nuevo, era un reto para mí, demostrarme que siendo la mía puedo afrontar todo lo que se venga y todo el mundo vio lo que tuve que pasar y por eso yo solo me quedo con lo bonito, que fue el crecimiento total que tuve. Aprendí que a veces aunque seas de diferentes culturas, lenguajes, te puedes llevar muy bien. Yo me llevaba mejor con los del equipo de la producción que con los participantes.

El programa también me ayudó a tener la capacidad de tolerar a los demás porque nadie piensa igual que tú y eso es real.

Esa capacidad se notó en cada episodio en el que a diferencia de sus compañeros, en situaciones de alta presión, se mostraba en calma, ¿cómo lo lograba?

Lo que me ayudó es mi cable a tierra, mi familia. Pensaba en ellos, porque mi mamá y mi padre siempre me decían: recuerda, trata a los demás como te gustaría que te traten aunque te paguen mal. Y eso siempre decía yo: a final de cuenta yo voy a ser leal con mi principios a pesar de que los demás hablen mal de mí, me juzguen, porque muchas veces me señalaron sin conocerme. Yo siento que al final de cuentas, yo pude haber sido un ejemplo para los demás y que uno no tiene que juzgar por lo que ves y de ahí dar tu punto de vista.

Luego de ganar El poder del amor, ¿qué propuestas de trabajo llegaron y por qué decidió quedarse en TC Televisión?

Yo siempre digo que debo tomarme las cosas con calma, puede ser que a veces también me haya equivocada porque esperaba que el tiempo y Dios ponga a las personas indicadas en mi camino. En ese momento yo estaba muy abrumada, no sabía qué hacer. Mi familia es como mi voz y la intuición de uno es muy importante. Mi mamá me dice siempre que la siga porque eso es lo que me ha ayudado a llegar donde estoy.

Yo escuché propuestas y pienso que la vida es de oportunidades y uno tiene que aprovechar las que te hacen sentir seguras, cada quien tiene su punto de vista, pero si yo me siento segura con la propuesta, la voy a tomar, y eso no está mal. Yo me sentí segura porque veía una propuesta, veía un papel, veía una palabra, no eran palabras al aire, obviamente opté por TC.

Cuando Miguel Melfi (ganador del reality y su pareja entonces) vino a trabajar a Ecuador, se sumó a un programa que competía con la producción en la que usted estaba, ¿sintió que hubo situaciones en dicho espacio que la afectaban?

Lo bonito de todo esto del entretenimiento y la televisión es que a veces, en la posición en la que estás, puedes creer o pensar que eres perfecto y no es así. Por eso que no he tenido las ganas de tomármelo personal, a pesar de que sí me he sentido y sí he sentido que lo han querido hacer, pero gracias al mundo de la televisión, el público es el que siempre habla y yo he dejado que todo pase y que Dios se encargue de darle a las personas lo que se merece. Por eso es que prefiero callar, al público no se le puede mentir, el público es el verdugo, ellos tienen la palabra, ellos pueden dar su punto de vista y yo no soy responsable de lo que ellos piensen.

Se la ha acusado también de tener una fanaticada ‘tóxica’, quienes son capaces de bloquear las cuentas en redes sociales de sus detractores...

Yo lo único que puedo responder es que solamente soy responsable de mis actos, de lo que digo y pienso, pero no puedo controlar al mundo, ni Dios puede hacerlo, ¿cómo yo lo voy a hacer?, yo no puedo controlar la mente de los demás. Obviamente yo siempre digo: respeto la opinión de los demás, hay cosas que no comparto, hay cosas que yo hago para que con mi granito de arena pueda llegar a oídos de los demás. Por eso siempre digo más amor y menos ‘hate’ y si uno quiere dar su punto de vista tiene que ser dentro de la línea del respeto, la comunicación y la comprensión. (E)