Después de un año de pausa por la pandemia, Italia ganó este sábado el Festival de la Canción de Eurovisión con los roqueros del grupo Måneskin, quienes con la canción Zitti e buoni (Cállate y bien) conquistaron en Holanda a un público muy restringido por las medidas contra el COVID-19.

Con Voila, una canción sobre la autoafirmación, un tema íntimo que espera le sirva de tarjeta de visita para conquistar a una audiencia, la francesa Barbara Pravi, a menudo comparada con Edith Piaf, quedó en el segundo puesto, seguida de Suiza, cuyo representante fue Gjon’s Tears con su tema Tout l’Univers (Todo el universo).

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‘El rock nunca muere’

Vestidos de cuero y rebosantes de energía, los italianos se llevaron el primer puesto de un espectáculo lleno de brillo y extravagancia que en 2020 fue cancelado por primera vez en su historia.

“Solo queremos decirle a toda Europa, al mundo entero, que el rock and roll nunca muere”, afirmó Damiano David, el cantante del grupo italiano, al recibir el trofeo.

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Los miembros de la banda Måneskin (Italia) posan para los fotógrafos tras haber ganado el festival Eurovisión 2021 en Róterdam (Países Bajos). Foto: EFE

Las condiciones sanitarias obligaron al evento, seguido cada año por millones de espectadores, a reinventarse.

“Creemos que el evento fue un alivio” para los europeos después de un año de pandemia, declaró el grupo italiano en rueda de prensa después de la victoria.

“Estamos muy agradecidos de haber tenido la oportunidad de formar parte de este gran evento. Fue realmente increíble”, añadió.

Miles de fans de este concurso colorido que ondean banderas de sus países frente a las cámaras de televisión se han quedado con las ganas de ir a la ciudad holandesa debido a las restricciones de viaje impuestas para luchar contra la pandemia.

Solo 3.500 espectadores, que se han sometido a un test contra el COVID-19, han sido autorizados a asistir a la semifinal, la final y los seis ensayos generales. Es solo el 20% de la capacidad de la sala de espectáculos.

Bandas de rock

El grupo Måneskin, formado por una chica y tres chicos, proporcionó a Italia su tercera victoria en este concurso poco popular entre los artistas que reivindican la influencia de las “bandas de rock” tradicionales.

Måneskin significa “claro de luna” en danés, la lengua materna de la bajista de la banda, Victoria De Angelis.

Con el título que llevaron a Eurovisión, Zitti e buoni, ganaron en 2021 el gran premio de la 71.ª edición del Festival de la Canción de San Remo.

Influenciada por Noir Désir, Nirvana y Placebo, la banda de pop, regué y funk fue fundada en 2016, cuando eran adolescentes, en Roma por De Angelis, Damiano David (el cantante), Thomas Raggi (guitarra) y Ethan Torchio (batería).

Primera reacción de Måneskin (Italia) tras haber sido anunciados como ganadores del festival Eurovisión 2021. Foto: EFE
Måneskin (Italia) durante su presentación con la canción 'Zitti e buoni'. Foto: EFE

“Nuestro grupo es una traslación de la música del pasado a la modernidad. Hay tantos grupos, pero pocos que permanecen. Como inspiraciones estéticas, tenemos en mente a los Rolling Stones, los Doors”, declaró en 2017 Damiano David a la revista Diva e Donna.

Saltaron a la fama participando en el programa X Factor en 2017 con la canción Chosen, que les permitió firmar su primer contrato profesional con Sony. El EP fue doble disco de platino.

Luego lanzaron varios singles destacados Morirò da re (2018), Fear for Nobody (2019) Vent’anni (2020), así como dos álbumes, Il Ballo della vita (2018) y Teatro d’ira vol. I (2021).

En 2018, Torna a casa se convirtió en quíntuple disco de platino y obtuvo casi 110 millones de visitas en YouTube.

Burbuja especial

Desde el comienzo del concurso, los candidatos permanecieron encerrados en una “burbuja especial” y cada día tenían que hacerse la prueba del COVID-19.

Aun así se han detectado casos del nuevo coronavirus entre varias delegaciones, como la de Islandia, que se ha visto obligada a volver a su país y participó a través de videos grabados.

Tampoco asistió a la final el ganador de la última edición que, según manda la tradición, debía cantar su balada Arcade. Y es que el holandés Duncan Laurence dio positivo por COVID-19.

Fiel a la tradición, la edición 2021 también aportó su lote de canciones explosivas interpretadas por personajes extravagantes, artistas que representan a una minoría o que quieren transmitir un mensaje al público.

La chipriota cuenta la historia de una mujer que se enamora del diablo. En Rusia, el tema feminista de la cantante de origen tayiko Manija le valió una lluvia de críticas de los conservadores.

Bajo el lema ¡Abramos!, la edición 2021 de Eurovisión fue como un soplo de aire fresco para los habitantes de Róterdam, bajo la alargada sombra de la epidemia. (I)