Para quienes no lo conocen todavía, la mecánica de los concursos de La Voz es que los participantes deben cantar ante un jurado de espaldas, destacándose por su voz más que por su imagen. Luego los jueces se dan la vuelta para conocer al concursante, quien termina escogiendo finalmente a uno de los evaluadores como su coach de voz y pasar a las siguientes fases de la competencia.