El jazz neoyorkino marca la amistad y el trabajo de la cantante alemana-argentina Sabeth Pérez y del pianista ecuatoriano Joan Sánchez. Ambos acaban de actuar en la última edición de las New York Jazz Sessions, la quinta de este proyecto y la primera vocalizada. La presentación se realizó en el Teatro Sánchez Aguilar la noche del jueves 12 de junio.
Pero no será la última función de Pérez y Sánchez juntos en Guayaquil (antes de que ella regrese a Manhattan, donde está radicada). El dúo de artistas volverá a evocar la emoción del género en La Cueva Jazz Bar (Calle Numa Pompilio Llona 174) este domingo 15 de junio con el show JazzDuo desde New York, haciendo alusión a donde ambos estudiaron y se especializaron en este tipo de música.
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“Yo fui a Nueva York por la música”, recuerda la cantante sobre su formación en la Manhattan School of Music. “No es que todos los mejores músicos de jazz del mundo viven en Nueva York. Pero la mayoría de ellos pasan por allá o tocan allá o graban allá sus discos. Es tan densa la escena que hay tantos músicos tremendos que me inspiran cada día. El lenguaje tradicional de jazz es muy fuerte ahí. Y eso me encanta”, resalta Sabeth, quien ya había cantado en la ciudad en el 2014.
Lo curioso es que ambos estudiaron en la misma escuela, recuerda Joan, pero nunca se conocieron en dicha institución o habían actuado juntos. Ahora su afición y entusiasmo por el género que conocieron en la misma ciudad los ha unido en los mismos escenarios.
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“El jazz más que un género en realidad es una tradición. Porque tiene la capacidad de amalgamarse con diferentes culturas, lenguas y acentuaciones rítmicas. Y lo hermoso es que siempre puedes tener la oportunidad de traer tu historia y tu esencia y ponerla sobre la mesa, sobre la conversación musical. Todo eso va a transformar cómo suena en el constructo de la banda”, agrega Joan.
Además de los temas seleccionados del Great American Songbook, la colección de canciones populares estadounidenses influyentes, particularmente estándares de jazz, escritas principalmente a principios y mediados del siglo XX, los artistas llevan su emoción por el jazz a la improvisación. Porque el género lo permite y estimula, deja ver Joan.
“El jazz es tan especial, porque no todo es totalmente premeditado. Siempre hay la libertad de improvisar, y eso lo hace muy humano, tan real y vivo. Tú lo expresas en tiempo real, y la audiencia también lo percibe. Estamos generando la atmósfera, una conversación, una retroalimentación catártica entre la audiencia y los artistas”.
Esa experiencia Sabeth Pérez y Joan Sánchez esperan que se repita este domingo, justamente en el día del padre, como un plan para cerrar la fecha especial. El concierto será a las 17:00 y las entradas tienen un valor de $ 25, disponibles en la boletería del sitio. (E)