Vestida de blanco y rojo, orgullosa del prominente vientre a causa de su avanzado embarazo, la cantautora mexicana Natalia Lafourcade dio todo de sí y hasta un poco más en la segunda de tres noches programadas en el Auditorio Nacional de México. Lo especial de esta es que, de principio a fin, la velada se transmitió en los canales oficiales de Facebook e Instagram de la artista, contando con miles de espectadores en cada plataforma.

“Buenas noches, México y a todos quienes están viéndonos desde sus hogares muy cómodos, quizás, y hasta en directo en su celular”, dijo Lafourcade, quien se mostró muy emocionada y supo transmitir eso a un público que no paró de animarla y agradecerle por un acto de valentía que quizás no todos son capaces de comprender.

El show tuvo más de dos horas de duración, en las que Natalia no paró de cantar, hablar con su gente e incluso moverse al ritmo de la orquesta que ha formado para esta etapa en la que presenta su más reciente trabajo de estudio Cancionera.

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“Me gustaría poder bailar mucho más, ustedes saben cuánto lo disfruto”, manifestó.

Supo mencionar que este fue el concierto número 38 de lo que iba a ser una extensa gira de dos años, pero que pausará para dar la bienvenida a su primogénito, “tener una cita con su familia”.

Sin duda alguna, se vivió un despliegue de talento y emociones en los que la música también fue gran protagonista. Más de diez músicos en escena brillaron gracias a su impecable ejecución en instrumentos poco comunes, originarios de Veracruz, México, ensamblados para estos tres conciertos en los que Natalia se dedicó por completo a la voz.

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“En la barriga tengo un motorcito de amor para todos, hasta para los que nos siguen desde distintos lugares del mundo. Me siento empoderada”, recalcó.

Detalles muy importantes fueron tomados en cuenta y aplaudidos. El evento contó con un equipo de tres intérpretes de lenguaje de señas y danza, quienes dieron alegría a los asistentes que necesitaban de este servicio.

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Como invitado estuvo su gran amigo David Aguilar, con quien interpretó Cómo quisiera quererte, Soledad y el mar, El coconito y El palomo y la negra. También, su productor Adán Jodorowsky, quien se unió para Luna creciente y El lugar correcto.

Casi cerrando la noche, los tres encabezaron el escenario cantando Cocos en la playa, un tema que puso a todo el auditorio de pie.

Luego de una incesable ovación por parte de la gente, Natalia Lafourcade apareció sola con su guitarra y dedicó la canción Partir de mí, que en su álbum Hasta la raíz (que en noviembre de 2025 celebra una década) escribió para una pareja de amigos suyos que daban la bienvenida a la vida a su hija.

“Ahora me emociona tener que cantarla en esta situación. Se las sigo dedicando a mis amigos, pero también va para mí”. Finalizó con estas palabras y visiblemente emocionada, hasta las lágrimas. Mostrando de esta manera que la música llega cuando debe llegar, casi de manera profética.

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El concierto estará disponible en las redes oficiales de la artista hasta hoy viernes 12 de septiembre. (O)