“¡Uf qué delicia el cacao en tu tierra!”, afirma el conocido conferencista Daniel Habif, al referirse a los manjares culinarios de Ecuador, al que le suma el ceviche y el bolón de verde que tanto anhela volver a degustar. Y es que entre las cosas sencillas que disfruta se encuentra la comida. “Disfruto mucho la comida... me parece otra forma de amar...”, dice.

Daniel Habif alienta al Ecuador en momentos difíciles: ‘No olviden que ustedes son el hogar del bolón de verde, del corviche y el encocado’

Sus gustos se vuelven más sensoriales aún, cuando dice que los perfumes se han convertido en uno de los placeres de su vida. “Esa vaina a mí me encanta, todo el día ando oliendo perfumes, cosas. Soy alguien a que le gusta mucho los aromas”, revela.

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Pero el disfrute que cubre todos sus sentidos es la compañía de su esposa. “Me gusta mucho caminar con mi esposa, son de las cosas que más disfruto en mi vida, caminar con ella por horas y en silencio, a veces lo hacemos, y el silencio no es incómodo...hace poquito que salí con ella a caminar le dije: ‘a veces que no estoy contigo me imagino besándote los nudillos, qué bonito es estar contigo, gracias por estar aquí conmigo”, comparte.

El mexicano se contenta con las cosas más pequeñas y sencillas, pero cuando se trata de rugir lo hace con tanta intensidad que llega a millones de personas a través de sus redes o conferencias. Y en esta ocasión vuelve a levantar su voz en su reciente libro, donde recuerda a todos que más que esperar al destino, hay que provocarlo. Antes de su presentación en Ecuador en mayo, Habif se conecta en un Zoom con EL UNIVERSO para hablar de su obra Ruge.

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Daniel Habif vistiendo la camiseta de la selección ecuatoriana.

Dice que la intención de su libro es entrenar al lector para que pueda construir un plan para cualquier batalla personal. Propone tres conceptos que define como básicos en el decálogo de la humanidad. “Son conceptos que considero jamás deberían estar fuera de cualquier estrategia, de conquistar un ideal o de avanzar en una causa”.

Es así como las 287 páginas de su obra están constituidas en base a estos tres conceptos; arrancando con ‘Inspirar’, que muy diferente a lo que conocemos popularmente, habla de sanar internamente, antes de exteriorizar para otros. “Tiene que ver con respirar, con darte una pausa, con avanzar un poco más sereno, gestionar tu atención, gestionar tu aburrimiento, y comenzar una ácida evaluación de lo que eres, con la intención de conocerte más. Entre mejor información tengas de ti, menos miedo te tienes...”, explica Habif.

Este primer segmento hace un recorrido por nueve tipos de inteligencia, con el propósito de que el lector identifique la más adecuada: la inteligencia musical, la cinestésica-corporal, la lógico-matemática, la viso-espacial, la linguística, la naturalista, la interpersonal, y la intrapersonal. Todo esto con ayuda de otras herramientas que ayudan a trabajar en la disposición, la confianza, y en el autoconocimiento.

“Toda esta información en el primer capítulo te ayuda a remover la piedra, digamos que a quitar cosas que ya no te sirven, a depurar”, afirma el autor.

El segundo concepto que propone es ‘Inflamar’, que consiste en “cargarte de toda esta información para llevarlo a un plan de acción real”. Y finalmente introduce al lector en el último concepto, el de ‘Rugir’. “Es el momento de crear una nueva realidad y de tejer una nueva criatura de proporciones extraordinarias”, dice.

“Son tres procesos, que, si bien no son perfectos, ayudan al lector a construir un mapa de intención y también a entender las diferentes rutas por las que puede navegar hacia un futuro predecible que sea de mucho beneficio en el contexto personal, profesional, y social”, acota.

Sus frases destacadas, aforismos, ejercicios, meditaciones, enlaces a su página de internet con videos complementarios y ejemplos reales lo vuelven un libro interactivo; dejándolo al margen de algún “pesado” intelectualismo que, si bien necesita ser leído con los cinco sentidos, es de lenguaje sencillo.

“Todo el libro está construido con una simbología sónica, tú vas a encontrar todos estos símbolos que son muy sónicos, que hablan mucho acerca de la resonancia del individuo (...) También está el audiolibro que tiene música hecha específicamente para cada uno de estos capítulos para que te acompañe con una naturalidad... que sea una extensión del diálogo, la música para mí sigue siendo una de las mejores formas de abrazar que hay en el mundo”, detalla.

El proceso como escritor

Habif es autor de otros libros como Inquebrantables, y Las trampas del miedo. En su vida la escritura no siempre tiene un horario definido, puede hacerlo en todos lados. “A todo le veo cara de hoja, puede ser una servilleta, mi celular, la computadora”, dice entre risas.

“A veces solo escribo conceptos o aforismos... desarrollo ideas muy comunes, muy sencillas. Hay momentos en los que me quiero dormir y este duende aparece y me pongo a escribir en las madrugadas horas y horas hasta que me duelan los dedos; me gusta mucho escribir con pluma. Escribo sin ortografía y sin puntuación muchas veces, porque me da como una diarrea o verborrea en la cabeza entonces no quiero detener la información”, cuenta.

Este último libro le tomó cerca de dos años y medio. “Ruge fueron todas las flores que me crecieron de mis grietas… es un libro que lo escribí en un proceso de mutación, de mucha madurez”, dice.

Daniel Habif presenta su nuevo libro denominado 'Ruge'. Crédito de Foto: Ram Martínez (@ramfotografia)

La oración y la meditación

Habif muestra a la oración y meditación como herramientas indispensables para todos, creyentes o no creyentes, con o sin postura espiritual. “Considero que la oración y la meditación son estados que en realidad provocan un cambio de materia interna, y que aparte te ayudan a escuchar todos los crujidos de esta casa embrujada que solemos ser”, sostiene el conferencista que ve a la oración como su trinchera. “Nunca cuelgo la línea, el teléfono con Dios”.

“Meditar en silencio, más allá de poner la mente en blanco, como una forma de setear tu día, de comenzar tu día, de provocar tu día. La meditación te pone en un estado de serenidad, de atención, de presencia”.

‘A veces me cae mejor mi sombra que mi reflejo’

La autoexploración es uno de los elementos claves para rugir, pero ¿qué pasa cuando en ese viaje interno se descubre algo que no te gusta como persona? “Esa es la cirugía más dura de todas, abrirte el pecho y hacerte una autopsia y ver si eres por dentro como dices que eres por afuera... esa verdad duele, pero libera. A la verdad no se le puede convencer con razones, sino con hechos porque ese es el reino de la verdad”, responde Habif.

Y se pone como ejemplo vivo. “A veces me cae mejor mi sombra, que mi reflejo... y no me avergüenza porque eso me constituye, esa es la integridad... yo no quiero fingir perfección, eso es una falsa paz y a parte le hace mucho daño a la humanidad, presentarte como alguien involuto...”, menciona.

Daniel Habif.

‘Hay que ser muy valientes para quebrarse’

La resiliencia es uno de los puntos que aborda en el libro, y marca muy bien las diferencias con respecto a la resignación. Aclara que la resiliencia no es carecer de miedos o carecer de dolor o de incertidumbres. “La resiliencia es cuando recibes un golpe mortal, que te deja completamente quebrado, echo pedazos, en el suelo y tienes esa capacidad de volver a pegarte como si fueras una nueva artesanía que muestra con orgullo todas estas heridas”, señala Habif.

Considera que los momentos de la resignación son válidos. “Hay momentos en los que uno tiene que aprender a decir no... a lo mejor hay momentos de la vida donde uno tiene que escoger claramente batallas”.

“Hay que ser muy valientes para quebrarse, hay que ser muy valientes para mostrarse, para decir ‘no puedo más’ o ‘ya no deseo esto’... eso es mucha resiliencia, mucha capacidad de soportar una presión... hay gente que durante años soportan la presión y por eso se hacen diamantes”, acota.

Ruge se encuentra disponible en librerías de Ecuador. Tiene prevista una presentación para mayo. (I)