Por José Miguel Flores | Dramaturgo y actor

Existen varios textos que han problematizado la tarea del actor a partir del siglo XX, pero ninguno (al menos bajo mi apreciación) lo ha hecho con tanta empatía y minuciosidad como Un actor se prepara, de Konstantín Stanislavski. Podría escribir páginas enteras sobre la bibliografía de este autor, pero me parece que el peso mayoritario de su obra lo condensa en este libro, por lo cual mi reseña la remitiré a esta joya literaria, que no puede faltar en la mochila de un estudiante de interpretación.

Narrado a manera de diario, en primera persona, el autor se emancipa de sí mismo para insuflarse en las páginas de su propio libro, asumiendo el personaje del narrador (que es un novel estudiante de actuación, con todas las interrogantes propias de esta etapa) y del maestro (con toda la experticia y las respuestas a las más comunes inquietudes del quehacer actoral). El libro, que te engancha desde la primera línea por su lenguaje cálido, dinámico y ameno; te sumerge en las clases de actuación del Teatro del Arte de Moscú, del siglo XIX.

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Como lector, acompañas al narrador en todo su proceso de formación actoral, en sus preguntas, sus hallazgos, sus caídas y conclusiones. Los capítulos se exponen a manera de lecciones concatenadas, donde vas comprendiendo la técnica y los mecanismos que Stanislavski sugiere a la hora de encarnar un personaje. Uno de los elementos que más rescato de este libro es el planteamiento continuo que te hace el autor acerca de por qué quieres ser actor y el constante apuntalamiento de la ética inquebrantable que conlleva el arte de la interpretación.

Lejos de ser un recetario de cómo actuar “bien” un rol, este texto nos abre a la posibilidad de reconfigurar nuestra vida y la forma de verla: de una manera más consciente y apasionada.

Es un libro baluarte del teatro moderno, que fue la base teórica y metodológica para el posterior desarrollo de El método norteamericano, y del trabajo de grandes referentes teatrales como Jerzy Grotowski, Peter Brook, Eugenio Barba; entre otros. Sin duda alguna, el material inserto en este texto sigue siendo el pilar de las técnicas de actuación contemporáneas. (O)