“Es una novela que le debía a la sociedad, le debía a las mujeres”, empieza diciendo Verónica Murillo, antes de sumergirse en una profunda plática para conversar sobre su último hijo literario. La autora guayaquileña presenta la segunda edición de su novela 12 años sin remedio, una obra con final feliz y un desarrollo marcado por el dolor, la resiliencia, la obsesión, el amor apasionado y el amor eterno, al que dedica su historia.