Extraña sus días de playa con Mateo, dormir abrazada a él -como lo hacía desde que nació-, despertar porque le abría los párpados y prepararle su comida favorita. Hace cinco meses, Karime Borja Ansaldo, reina de Guayaquil 2018, cambió la cotidianidad de la intimidad hogareña por las salas de cuidados intensivos, esperas interminables en la cafetería del hospital y jornadas de oración para la recuperación de su primogénito.

Mateo Lapo Borja sufrió un accidente en la piscina. Él se ahogó y estuvo durante 15 minutos sin signos vitales. En el hospital, los médicos lograron revivirlo. Desde entonces, ha permanecido en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Inicialmente en un estado de coma inducido debido a la isquemia cerebral (por hipoxia) que presenta. Aunque su pequeño aún se mantiene conectado a un respirador, los especialistas prevén darle el alta médica, situación que ha movilizado a Borja para readecuar la habitación de su hijo y continuar con su atención médica de forma domiciliaria.

“Estamos vueltos locos porque hay muchas cosas por adecuar, lo que se busca en tener una habitación de hospital en la casa, así tal cual. Él debe tener todo lo necesario como si él estuviera en el hospital. Necesito tener el monitor, la camilla, esto se llama atención domiciliaria y sucede cuando los pacientes siguen en un estado en el que tendrían que quedarse en el hospital, pero no es viable que tú te quedes en el hospital para siempre. Hay muchas personas que me preguntan si un paciente en coma puede ir a su casa y, efectivamente, sí se puede”, explica la guayaquileña de 24 años.

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La exreina de belleza menciona que el traslado de Mateo se dará luego de una serie de chequeos y proceso que ha completado positivamente. “Hay muchas cosas que su cerebro debía volver a controlar, la presión arterial, la frecuencia cardiaca, las temperaturas. Al comienzo le daban fiebres, después no, la presión la tenía superalta, era muy inestable y eso se debía controlar en el hospital y con medicamentos. Aparte tenía vías por donde le suministraban todos los medicamentos. Una vez que el paciente ya no tiene vías, además de otros factores, él ya puede irse a la casa.

Mateo tiene una traqueotomía y una gastrostomía, esta última le permite alimentarse por una sonda. “Él tiene un respirador artificial, hay que limpiarle la vía todos los días (...), lo que se busca es que esté despejado y así poder movilizarlo”, dice.

Borja tiene un alto grado de inteligencia emocional. Es fuerte, su mirada lo demuestra. No se permite, al menos en público, quebrarse. Habla pausado pero tiene los horarios establecidos de tal forma que ahora ya no solo se ocupa de Mateo, ha empezado a retomar sus actividades personales, ha retomado su vida.

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¿Cómo ha sobrellevado todo este tiempo con Mateo en el hospital y cómo se ha organizado?

Bueno, estuvimos a tiempo completo los dos primeros meses, pero es raro porque no podíamos estar siempre con él porque estaba en UCI, entonces no puedes estar adentro. Nosotros estábamos una o dos horas de visitas y así, entonces realmente estábamos en la cafetería y a mí me tocó entender que realmente uno no puede hacer nada. Yo me decía: Él me necesita así sea aquí afuera. Me comencé a desprender un poco de esta idea cuando a mi novio le dio COVID-19 y el doctor de Mateo nos obligó a hacer cuarentena a los dos. Tuve que dejar de ir al hospital, luego de dos meses seguidos, por diez días. El doctor me dijo que no podía ir y para que no me coja tan feo decidimos hacer la cuarentena en la playa y eso me ayudó un montón.

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Empecé a meditar, a hacer yoga, a caminar por la playa, a hacer mis oraciones más íntimas, entonces yo vine decidida a tratar de hacer más cosas por mí.

¿Ha practicado el desapego emocional?

Con Mateo no, he practicado el desapego de las cosas materiales, con Mateo sería imposible, me muero. Nosotros, cuerpo, somos solo eso, cuerpo físico, he tratado mucho de desprenderme de este mundo material para entender que no tengo decisión sobre Mateo y lo que suceda con él. He entendido que cualquier suceso que pasó o pase no depende de mí y eso me ayuda a calmarme y eso lo entendí cuando comencé meditar.

¿Qué le han dicho los doctores sobre el estado de salud de Mateo?

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Mateíto está en un estado de coma de mínima conciencia, eso significa que él sí se mueve pero son reflejos. Por ejemplo, si le tocas la mano te responde, pero no pueden decir en su totalidad que son conscientes, son solo estímulos. Por ahora estamos tratando de enseñarle a Mateo a parpadear, porque él abre los ojos pero no está consciente de que los abre. Por eso cuando la gente me pregunta si ya despertó y sé que lo hacen con mucho cariño, yo no les puedo decir que sí ha pasado porque él no está consciente.

Es difícil de explicar porque la gente cree que él va a despertar y decir: ‘Hola, mami, tengo hambre’ y yo le voy a dar de comer. Pero así no funciona. Mateo tiene una lesión cerebral, él tiene ahorita 90 % de discapacidad si lo evaluamos de esa forma, que puede cambiar con los años, puede llegar a 10, puede llegar a 0, sí, pero no es que va a despertar rápidamente. Sus pupilas divagan, no te está viendo, por ende es como si estuviera dormido, como si vieras a alguien que duerme con los ojos abiertos.

Mateo es como si estuviera en el vientre, él se está formando poco a poco y es como si hubiera nacido ayer, literal, entonces se le enseña nuevamente a todo, a parpadear, a mover la lengua, a mover las manos, por eso es un estado de coma igual, pero de mínima consciencia.

¿Recibe terapias mientras está hospitalizado?

Sí, él tiene terapia de lenguaje y física todos los días y nosotros las replicamos. En la terapia de lenguaje le ponen vibradores en la carita para estimular la parte de los músculos de la boca, para evitar que sus músculos se atrofien por lo que está acostado y se busca también con la terapia física, es lo mismo, ejercitar su cuerpo para que cuando él se levante no le duela. El terapeuta nos enseña que hacer y nosotros lo hacemos también, lo hacemos tres veces al día o más, el punto es que todo el tiempo que esté ‘despierto’, esté en movimiento, porque sí tiene ciclos de sueño. Cuando está roncando está dormido, cuando está reactivo responde si lo toco.

¿Cuándo le darían el alta médica?

El alta médica está programada para mayo, de mediados a finales. El cuadro clínico ya está listo, el retraso tiene más que ver con los cuidados de la casa. Él tiene que estar 24 horas conectado a su respirador. Él debe tener un generador, monitor, aparato de succión, ventilador, debemos tener todos los insumos médicos.

¿Cómo se está preparando para su regreso a casa?

Le estoy preparando un cuarto precioso, yo duermo con él, entonces lo que hice es que la cuna del gordo la transformé en cama de una plaza, y yo voy a dormir ahí y esa cama, por las tardes, se va a convertir en mueble cuando reciba las visitas de los doctores y al lado está la camilla de Mateo, así lo tengo en mi cabeza. Y frente a él va a tener una tele y le compré apliques de animalitos para hacerle el cuarto de granja.

Mi plan era que el cuarto sea solo de él, pero ahora tendrá un espacio más bonito. Yo quiero que él esté en casa porque así puede estar con nosotros todo el tiempo. Una vez que pasó toda esta cuarentena yo igual regresé a estar todos los días en el hospital, pero ya tenía la idea de que quería valerme por mí misma y hacer más cosas.

Ahí fue que vino la oportunidad del reality de En contacto y me di cuenta de que podía volver a trabajar, de ahí comencé a buscar trabajo, regresé a la universidad, empecé el semestre la semana pasada (en abril). Si Dios lo permite voy a comenzar a trabajar la semana que viene en una empresa de recursos humanos que va ligado con mi carrera, porque estudio Psicología y ahora todo como que empieza a reactivarse, porque tiene que ser así.

Yo tendría que estar desde las 08:00, que empieza la jornada laboral, hasta las 19:00, que termino clases afuera. Y ya medio lo he estado experimentando, porque después de clases voy al hospital y uno tiene que estar superactiva cuando estoy con Mateo.

En cambio, en la casa, ya puedo estar con él de largo y también puede estar con mi mamá y una enfermera de confianza, todo el tiempo. En el hospital, yo estoy en las mañanas, el papá va tipo a la hora de almuerzo, de ahí yo voy en la tarde y él en la noche.

Mi mamá está muy emocionada también, dice que ahora le va a poder hacer su comida favorita. Él puede comer por sonda gástrica, todo licuado, y podremos hacerle terapia todo el día. Yo he aprendido a hacerle todo a Mateo, yo lo sé aspirar, sé administrarle los medicamentos, me quiero meter en un curso para aprender a poner las inyecciones. Si hay algo que yo he aprendido con esta situación es que nadie conoce a Mateo más que yo. El hospital es como mi casa, ese es el lugar al que yo voy todo el tiempo.

Cuando participó en el reality de En contacto hubo quienes criticaron que estuviera en este espacio, ¿se ve trabajando en este medio?

Bueno, realmente a mí me fascina la televisión y me gustaría mucho, en un momento, ser presentadora. Me gusta mucho transmitir lo que soy, lo que pienso, lo que siento. Me parece que es interesante que tenga algo que aportar, siempre y cuando sea positivo. Y eso fue justamente lo que me motivó, estar ahí aportando y sonriendo con algo que me llena, porque a mí me llena la televisión, el talento, las personas con las que trabajaba, que antes las veía por televisión y ahora estaba al lado de ellos. Todo eso fue una oportunidad muy grande y yo no la quería perder. Aparte el que lo tome, como yo lo quería transmitir, le va a gustar mucho a otros que me ven. Yo digo, no soy más fuerte o menos fuerte que nadie. Y cada quien lo maneja de diferentes formas.

A mí, mi proceso me ha costado muchísimo, yo estuve con psiquiatra cuando empezó todo esto, ahora estoy con psicólogo. Nadie sabe que cuando yo entré a En contacto estaba tan nerviosa, había días en los que no podía dormir, me dormía llorando, con ataques de ansiedad. Todavía los tengo, ahora menos, estoy un poco acostumbrada a la realidad, pero es un proceso personal, complicado, y eso no lo muestras.

Antes yo veía que algún amigo perdía un familiar querido y no sabía de ellos en un tiempo y después los veía en una fiesta y pensaba: que bacán que ya esté bien. Hoy por hoy entiendo que no funciona así, tú no estás bien, tú simplemente tienes contigo ese dolor todos los días y lo transformas en algo que te funcione. Descuidarme no era una opción, si no hoy yo fuera así, como una persona muerta en vida si me dejara llevar por mis pensamientos negativos y dolorosos.

Cuando empezó este proceso tras el accidente, ¿pensó en la muerte?

Muchísimas veces, por supuesto, sí. Desde el momento en que yo estaba sentada en la sala de emergencias, yo decía: No puede ser posible que mi hijo se vaya y si él se va, me voy con él, porque no lo podía concebir. Y nada, recibimos esa bendición de Dios de que Mateo se quedó con nosotros y el camino es duro. Yo lo veo a Mateo acostado y es muy duro porque está aquí, pero no está. Eso es lo que no se ve, lo que no se sabe, lo que se lleva en el corazón todos los días, por eso intento ser la mejor madre del mundo para Mateo y este proceso, que es complejo y difícil, trato de verle lo positivo, no lo bueno, lo positivo. Y lo que le puedo sacar hasta ahora es el crecimiento personal como ser humano.

¿Tiene proyectos nuevos?

De hecho, lo interesante ahora es que voy a tener un pódcast, ya lo tengo listo, solo tengo que sacarlo, pero lo voy a hacer (tenía previsto estrenarlo el pasado miércoles). Mi pódcast se llama Cara a cara con mi peor pesadilla, son 10 minutos y habla de toda la experiencia y cómo fue, cómo la he transformado y llevado hasta el día de hoy. Yo no tengo la clave de cómo superar esto, no tengo idea y me duele, pero sí tengo muchas herramientas que trato de utilizarlas.

Voy a hacer muchos episodios, de distintos temas. Tengo uno pendiente que se llama Carta a mi hijo. Estará disponible en Spotify. El texto lo hice sola, me costó dos meses hacerlo. Yo escribía con cada emoción, y después los uní todos. Obviamente hay días y días, yo veo el mundo gris, hay días en los que no me quiero despertar, pero hay días en los que decido levantarme y sonreír. Fue como un momento de catarsis, en los que pude llevar a flote muchos sentimientos. Mi tío Pablo Mario Ansaldo, que tiene una productora, me ayudó a plasmarlo, a hacer la locución, a editar la música, él siempre me ha ayudado en estas cosas.

Recientemente fue considerada influencer e invitada a una jornada internacional con la colombiana Daniela Álvarez...

Cuando me llamaron me sorprendí, fue para la presentación del perfume Osadía del que Daniela es imagen. Fui como influencer invitada y me encantó que cuando me dicen este tipo de cosas, como influencer, me puedan ver así. Me gusta saber que a pesar de todo me puedan ver como una mujer que pueda salir adelante, que me digan que mis acciones son admirables. Ellos me dijeron que querían tenerme ahí para representar a Ecuador.

Fui a Bogotá por dos días, conocí a mujeres maravillosas, increíbles. Dani es un sol y ella siempre con una sonrisa, extrovertida, divertida, siempre jocosa, feliz, no puedo asegurar que todos sus días sean de luz, habrá días dolorosos, pero ella decide regalar una sonrisa a quienes decidimos verla como un modelo a seguir.

Ahora quiero enfocarme en mi marca personal, en mi pódcast, en mis clases de psicología con mención en la niñez y terapia familiar en la Universidad Casa Grande, la institución se ha portado increíble conmigo. Ahorita estoy en segundo año. Si Dios lo permite podré ser psicóloga en dos años más.

¿Le gustaría ofrecer charlas?

Sí, siempre he querido ser speaker, me encantaría poder dar charlas de todo un poco de lo que aprendo en mi carrera, de cómo manejar el dolor, hacerlo introspectivo.

¿Qué otras aspiraciones laborales tiene?

Me encantaría trabajar en la radio, de hecho, antes de comenzar en este Departamento de Recursos Humanos estaba buscando trabajo en radios, porque también me gustaría encontrar un trabajo con tiempo flexible para poder estar con el bebé.

No he tenido muchas propuestas de trabajo, quizás porque hay marcas que tienen cierto recelo de hacer un acercamiento, pero este es mi trabajo y esto me hace feliz, ser modelo, ser presentadora. Quizás no todos los días esté con la mejor sonrisa, pero esto es mi trabajo. Yo creo que las personas creen que aún no estoy lista, pero sí estoy lista, de verdad, porque la vida sigue y si uno no cambia y se transforma, se muere.

Yo no quiero y sé que con el tiempo voy a aprender a vivir con este dolor y suceso como tal. Yo ya entendí que esta es mi vida, si me ven en un bar, porque me encanta la música, o resto-bares, o me ven sonriendo, es porque esta es mi vida, no lo vean como extraordinario. Yo tengo un hijo que está en coma. No significa que yo no pueda hacer nada. Siempre está con alguien.

Yo me imagino que está de viaje, o que está en la casa jugando; cuando vuelvo al hospital, caigo en la realidad de nuevo y sé que debo seguir, poco a poco esa realidad se va transformando, no hay que ser muy duros con las personas.

¿Sería su primer Día de la Madre sin Mateo presente con Ud.?

No, sí voy a estar. Quizás este año ya me hubiera dicho feliz día, mi mamá ya le hubiera enseñado a decírmelo, pero gracias a Dios es un Día de la Madre en el que puedo seguir celebrando ser su madre y con él vivo, y quizás no la sanidad de la que uno espera día a día, pero aquí lo tengo a él.

¿Qué extraña de él?

Todo, es que no puedo decir algo específico, la dormida, sobre todo porque dormíamos juntos, y cuando lo pasaba a la cuna, él se pasaba a la cama solo. Eso es lo que más extraño, hoy. Él me despertaba todos los días a las 07:00 para desayunar, extraño sus palabras que se inventaba, ir a la playa con él.

Ha marcado de muchas formas su vida...

Sí, y ahora lo tengo grabado en la piel (se hizo un tatuaje de la huella de su pie), tengo una caja con todas las cosas de él, desde el cordón umbilical hasta el acta de salida de la maternidad. Cuando pasó todo esto, la puse a mi mami a buscar y le dije al tatuador que me lo haga igual, es su piecito de 7 centímetros.

Nueva oportunidad en el amor

Karime Borja mantiene una relación sentimental con Mario Santos. Se conocieron en enero del 2021 y desde ese día han estado juntos. “Yo creo que Diosito me envió a Mario sabiendo todo lo que iba a pasar en mi vida. Él es un hombre maravilloso, yo lo amo muchísimo”, cuenta.

Asegura que él ha sido su soporte emocional y la ha acompañado en todo el proceso. “Durmió conmigo afuera de UCI, en el carro, todos los días durante dos meses, no hay cosa que él no haga para verme bien”, enfatiza mientras revela que sí ha pensado formar una familia con él. “Siempre lo molesto y le digo: el anillo para cuándo. Pero falta mucho para eso porque estamos con todo este proceso de Mateo y le he dicho que quiero que él sea el hombre que Mateo admire cuando sea grande”, agrega. (I)