París (AFP). Casi dos años después de haber sido acusado de acoso sexual, cosa que siempre ha negado, Plácido Domingo defiende en una entrevista con la AFP que no es posible “reescribir el pasado”, si bien se muestra favorable a “criticarlo, incluso con dureza”.

El cantante español, de 80 años, considerado todavía por muchos como el “rey de la ópera”, se halla en París por primera vez desde enero de 2019 para ofrecer un recital este lunes en la Sala Gaveau, tras haber cantado en los últimos meses en Moscú, Madrid y Múnich.

En una investigación de Associated Press de 2019, Plácido Domingo fue acusado por una veintena de mujeres de acoso sexual, concretamente de haberlas manoseado, besado a la fuerza o bien chantajeado, en sucesos que supuestamente tuvieron lugar a partir de finales de los años 1980 en Estados Unidos.

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El escándalo provocó su dimisión del cargo de director de la Ópera de Los Ángeles y puso fin a su carrera en América del Norte.

Una investigación del AGMA, el principal sindicato de cantantes líricos en Estados Unidos, concluyó que Domingo había tenido un “comportamiento inapropiado”.

El cantante, que no fue blanco de ninguna demanda judicial, presentó disculpas, pero negó los abusos sexuales.

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Una etiqueta “injusta”

“Han sido unos meses realmente difíciles, pero ya han pasado y estoy contento de haber vuelto a conectar con la prensa de una manera muy sincera. Me equivoqué al no hacerlo antes porque todo esto ha sido un juicio mediático y nada más”, afirma Domingo a la AFP.

Si bien la entrevista tuvo lugar de manera presencial, las respuestas relacionadas con el acoso sexual fueron transmitidas a la AFP por escrito, a petición del equipo de comunicación del cantante.

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Para Domingo la “etiqueta que (le) han cosido” es “injusta” y “sin fundamento”. Aunque estima no obstante que “hoy debemos mirar con ojos del presente los hechos del pasado porque es justo reflexionar para abrir el camino a una nueva sensibilidad y conciencia”.

Pero “no podemos reescribir nuestro pasado. Debemos entenderlo en su contexto y criticarlo, incluso con dureza si es necesario, pero no tiene sentido destruirlo”.

El cantante asegura que sigue “teniendo maravillosas ofertas de todo los teatros del mundo e incluso de Estados Unidos”.

Pero asegura no querer “poner en dificultad a los teatros donde (ha) trabajado toda una vida”. “Me fui de Los Ángeles precisamente porque la presión mediática sobre mi caso podría haber ahogado ‘mi’ teatro”, añade.

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En España, cuyo ministerio de Cultura anuló hace más de un año sus representaciones en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, acaba de sentir “la emoción más fuerte” de su vida durante un concierto en la capital, donde nació en 1941. “Que un público te aplauda después de haber cantado unas romanzas, es natural, pero que salgas al escenario y todo el público de pie, te aplauda por ocho minutos sin parar, la verdad que es una emoción tremenda”, recuerda.

Sin fecha de jubilación

Un año después de haber enfermado de covid, el cantante asegura que su trabajo es “más intenso todavía”. “Sueña” con volver a cantar en el Palacio Garnier de París, donde debutó, especialmente con la llegada del venezolano Gustavo Dudamel como director musical de la Ópera de la capital francesa y con quien trabajó en Los Ángeles.

Domingo es el cantante lírico de todos los récords: 151 roles, más de 4.000 representaciones, más de 100 álbumes y 103 llamamientos a saludar en 1986 con “Otello” de Verdi, su ópera preferida que ha cantado 225 veces.

Asegura que desconoce cuándo pondrá fin a su carrera. “Tienes que saber si hay un momento en que dices +ya+”, por ejemplo si la voz ya no “responde”. Pero incluso en ese caso recuerda que también tiene “la dirección de orquesta” que “seguiría dirigiendo” si tuviera “la energía”.

El cantante está convencido de que “la ópera es hoy más popular que nunca” con numerosos teatros líricos y voces excepcionales, y afirma haber tenido “suerte” de formar parte de los “Tres Tenores”, el trío que formó con Luciano Pavarotti y Josep Carreras y que contribuyó a formar su aura de estrella mundial.

Pese a que se muestra preocupado por los efectos del parón de la pandemia en la carrera de los jóvenes talentos, Domingo, que en 1996 lanzó el prestigioso concurso internacional de canto lírico ‘Operalia’, es “optimista” de cara al futuro.

La palabra final, no obstante, la tendrá siempre el público, que “tiene el oído y el ojo para decir que estos son los Pavarotti, Carreras, Domingos de mañana”.