Las conversaciones sobre el futuro de la monarquía británica parecen haberse acelerado tras el cumpleaños 95 de la reina Isabel II y sus recientes descansos y ausencias por orden del médico, aunque nunca sin abandonar por completo su compromiso con la corona.

Esta semana, luego que la soberana británica manifestara pública y oficialmente su deseo de que Camila de Cornualles se convierta en reina cuando su hijo, el príncipe Carlos, acceda también al trono, las preguntas sobre el porvenir de esa casa real se acentuaron.

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¿Qué ocurriría si Carlos, ya coronado como Su Majestad el Rey, muere? ¿Sería el turno de la reina consorte Camila de sentarse en el trono? Aunque la línea de sucesión de la monarquía es clara y, entonces sería el príncipe Guillermo, duque de Cambridge, quien asumiría la corona, Camila se mantendría como reina, en cierto sentido.

En la familia real, los títulos de Reina Madre se otorgan a la viuda del rey y madre del monarca. Pero, dado que Camila no es técnicamente la madre del príncipe Guillermo, las cosas se complican un poco. Aunque la decisión final de otorgarle o no ese título a Camila recaería sobre el nuevo rey, Guillermo.

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Un portavoz de Clarence House ha subrayado, sin embargo, que la planificación detallada de una coronación (la del príncipe Carlos) comienza en el momento de la sucesión. Y que, por lo tanto, a pesar del anuncio de la reina Isabel II, aún no hay planes de esa naturaleza en esta etapa.