Sobre una camioneta que rodó por las calles Roldós, Sucre y Bolívar, en Vinces, fue trasladado el cuerpo de Roberto Calero, el cantante de rockola que falleció el domingo 4 de abril a sus 78 años de edad.

Su marcha fúnebre, fuera de lo normal. La voz de Calero que salía de un parlante dosificaba los sollozos que se escuchaban en una transmisión en vivo que hizo esta mañana su hijo Dyango Calero Gamarra.

“Y es que me da pena empezar a ser viejo, y pensar que la muerte muy pronto me ha de llegar”, decía una de las canciones que se reprodujeron en el último adiós al “eterno mandarina” o mejor conocido como “payador de Vinces”.

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Estas melodías iban acompañadas de otras que formaban parte del repertorio de Calero, como Página archivada, En silencio, o su tan tradicional Bohemio y bacán.

Sepultura de Roberto Calero en Vinces.

“Nos vamos, payador”, “lo que tú querías”, “aquí está tu pueblo”, “gracias de corazón”, decía su hijo a pocos centímetros de su féretro.

A la despedida se fueron sumando personas en sus bicicletas, motos, tricimotos; y otros prefirieron hacerlo a pie, a pesar del intenso sol. Desde los balcones de sus casas, los habitantes también despedían al emblemático rockolero.

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Una vez en el cementerio, se realizó un pequeño homenaje, en el que un vocero de la Alcaldía de Vinces declaró luto en todo el cantón por tres días consecutivos.

“Contribuyó con el progreso y desarrollo de su tierra natal, Vinces, París Chiquito. A lo largo de su vida artística y musical contribuyó con el desarrollo de la cultura popular del Ecuador”, expresó el vocero.

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Calero fue velado en su casa de Vinces, aquella vivienda tradicional donde por años sonaron sus canciones en vivo y recibió a los curiosos que querían conocerla. En este lugar, amigos, familiares e hijos le rendieron tributos con lo que más amó: la música.

“No me va a alcanzar la vida para agradecerle lo que hizo por mí... Crecí en un hogar con muchos valores. Mi padre me enseñó algo bien grande, que es ser humilde; y siempre me decía que, dondequiera que yo esté, ame mis raíces, que ame Vinces”, expresó su hija.

El deceso del artista se dio en el Hospital Teodoro Maldonado de Guayaquil, luego de sufrir un infarto (dos días antes había tenido otro paro cardíaco, pero lo revivieron con electrochoques). (I)