Aunque la familia real británica es conocida y reconocida apenas por su primer nombre, el príncipe Enrique está considerando cambiar de apellido. Enrique, junto con los otros descendientes de la Reina Isabel II y el príncipe Felipe, se apellidan Mountbatten-Windsor. Pero él está analizando llevar otro.
El segundo hijo del rey Carlos y la difunta princesa Diana está meditando la idea de adoptar más bien el apellido de su madre, Spencer. Según un reporte de The Mail on Sunday, el duque de Sussex se reunió con su tío Charles Spencer, el noveno conde Spencer, con quien discutió seriamente esta posibilidad.
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La reunión se desarrolló en una rara visita al Reino Unido, donde el hermano menor de Diana le habría comentado que su decisión le traería desafíos legales serían insuperables. “Tuvieron una conversación muy amistosa y Spencer le aconsejó que no diera ese paso”, dijo un amigo del príncipe Harry al Mail on Sunday.
En la actualidad, los hijos de Enrique con Meghan Markle, el príncipe Archie y la princesa Lilibet, se apellidan también Mountbatten-Windsor, según sus certificados de nacimiento.
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Sin embargo, la familia ahora usa Sussex como su apellido, de forma muy similar a cómo Enrique era conocido como Enrique de Gales durante su infancia, cuando sus padres tenían los títulos de Príncipe y Princesa de Gales. (E)